El voto de calidad de la alcaldesa posibilitó que se echara para atrás la propuesta de Aralar
El Ayuntamiento rechazó ayer una normativa presentada por Aralar para regular la celebración de funerales civiles en Durango. El voto de calidad de la alcaldesa, Aitziber Irigoras, fue determinante después de que los apoyos del PNV y el PP empataran con los de los partidos que respaldaron la propuesta: los firmantes de la moción, el Grupo Mixto y el PSE-EE.
El portavoz de Aralar, Dani Maeztu, defendió que en «un estado aconfesional y laico, las instituciones deben garantizar la libertad ideológica, religiosa y de culto de las personas». El concejal durangués registró en octubre una propuesta de ordenanza que permitiera regular estas celebraciones civiles «para responder a una demanda social que crece cada día».
El PP y el PNV coincidieron en solicitar que la normativa volviera a la comisión de Urbanismo para debatirla allí pese a «compartir el fondo». «Está incompleta», consideró Cristina Ibarrola. Pili Ríos, del PSE-EE, aseguró que la aprobación era cuestión de «voluntad política» al no requerir «inversión ni grandes medios». Sobre la petición de dejarla sobre la mesa, la socialista recordó que elevar mociones al pleno «es un buen sistema cuando las propuestas se ralentizan»
De la misma opinión fue Ritxar Alberdi, quien también vio lógico que se llevara al pleno «para que no se quede aparcada». El edil abertzale subrayó que «de la misma forma que se celebran bodas civiles, también debe haber funerales».
La más crítica fue la portavoz del PNV, Goiztidi Díaz, quien aseguró ver con buenos ojos la iniciativa, pero advirtió a Maeztu de que «las formas son importantes» y, en el caso de la moción, no eran las «más adecuadas». En respuesta a la petición del PNV y el PP, el representante de Aralar se negó a retrasar más el debate al recordar que la primera vez que quisieron meter una moción fue hace ocho meses y el equipo de gobierno les pidió que la llevaran a comisión. Maeztu detalló cronológicamente las más de diez veces que, desde entonces, habían preguntado o tratado de debatir sobre esta cuestión sin éxito.
La edil del PNV reprochó el «interés electoralista» de la moción y la calificó de «chapuza», en referencia a algunos errores que incluye, mientras que el portavoz de Aralar replicó a Díaz que su partido acostumbra a aprobar normativas «perfectas» y puso como ejemplo la de hostelería, «que no incluye capítulo sancionador».