El 3 de febrero comienza el periodo de prematriculación de nuestros/as niños/as y adolescentes en las escuelas, y como todos los años queremos recordarles por qué no nos parece una buena idea matricularse en la asignatura de religión. El año pasado acabábamos el artículo diciendo «a muchos este escrito os va a resultar familiar porque llevamos años con el mismo lema» y, desgraciadamente, este año tenemos que empezar igual porque las cosas no han cambiado nada. Y, peor aún, el año pasado se aprobó la nueva Ley Vasca de Educación [para la Comunidad Autónoma del País Vasco]. Dicha Ley, en su artículo tercero, relativo a los principios del Sistema Educativo Vasco, recoge textualmente «la cohesión social, el respeto a la pluralidad y la libertad de pensamiento y de creencias, así como la garantía de la defensa de los derechos humanos y de la diversidad en el marco del principio de laicidad». A pesar de este principio de laicidad, el tratamiento de la asignatura de Religión es el mismo que en cursos anteriores. Por eso tenemos que seguir repitiendo los mismos argumentos de siempre.
Para empezar, recuerda que la enseñanza religiosa en la escuela pública es una herencia de Franco y Suárez, ya que es uno de los puntos del concordato firmado por uno en 1953 y ratificado por el otro en 1979 (al igual que el mantenimiento de la Iglesia Católica por el estado, pero eso lo dejaremos para otra ocasión). Es cierto que en la mayoría de las campañas electorales las fuerzas de izquierda, incluido el PSOE, nos han prometido que en cuanto consigan el gobierno lo eliminarán, pero el único cambio que ha habido es que desde 1992 son más religiones las que tienen la posibilidad de nombrar profesores/as que pagamos todos.
Al estar legalmente reconocida, muchos utilizan la palabra “derecho” para hablar de esta situación. ¿Pero la ley que sólo protege los intereses de algunos es un derecho o un privilegio? Porque en este momento hay alrededor de 42.000 religiones en el mundo, de las cuales sólo el conjunto de los católicos romanos/as, hebreos/as, musulmanes/as y aquellos/as sometido a la palabra evangélica es quien puede llevar a cabo este derecho, por lo que los/as ortodoxos/as, budistas, neopaganos/as o católicos/as maronitas (sí, personas huidas de la guerra civil siria) que suponen un conjunto más numeroso, ¿son personas sin derechos? En este sentido, en los últimos tiempos hemos escuchado reivindicaciones desde la izquierda para contratar a profesores/as de otras religiones. No estamos de acuerdo, llenar la escuela pública de profesores/as de religión es un mal camino para conseguir un estado laico.
El artículo 14 de la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada en 1959, establece que «se garantizará la libertad de pensamiento, conciencia y religión del niño». Muchos padres tienen claro que es su derecho elegir la ideología de sus hijos. Esos dos derechos chocan. Nosotras propondríamos esperar a que niños y niñas empezaran a pensar por sí mismas/os, y quien no tenga paciencia para ello tiene ahí sacristías, madrasa, sinagogas, etc. Nosotros no queremos pagar el adoctrinamiento de niños y niñas.
La religión es la única asignatura optativa en la educación infantil y primaria, cuando todavía son demasiado jóvenes para tener una opinión propia. Por lo tanto, estos/as jóvenes que estudian religión pasan unas 40 horas cada curso fuera de su aula, lo que no es el mejor camino para la cohesión colectiva y la consolidación de las relaciones.
Todas las clases tienen el mismo número de horas lectivas, por lo que para introducir la Religión hay que eliminarla de otro sitio. Para que el alumnado de religión no fueran peor preparado se decidió que si en cualquier curso un único/a alumno/a elegía la religión en toda la escuela el resto del alumnado trabajaría un tema paralelo para no retrasar al religioso/a en la pérdida. Es decir, uno/a condiciona a todas las demás. Si nadie eligiera la Religión, se podía utilizar esa hora para trabajar el temario ordinario en la escuela; pero eso generó diferencias entre escuelas. ¿Cuál fue la solución de la administración? Todo/a alumno/a debe trabajar en todas las escuelas un tema paralelo en detrimento de la Biología.
Y cuando decimos todo el mundo, queremos decir todo el mundo, no sólo en infantil y primaria, sino también en la ESO y en el bachillerato. Este año nuestra juventud realizará por primera vez el examen USaP (nueva selectividad para entender), preparadas 37 horas menos que las anteriores en el instituto.
Un argumento repetido también es la educación ética de los alumnos. La ética es una rama de la Filosofía, por lo que la enseñanza teórica corresponde al profesorado de Filosofía. Trabajar las actitudes de niños y jóvenes ante diferentes temas es tarea de todas, de todo el profesorado y de toda la sociedad. Además, la Religión no enseña ética sino moral. Es decir, adoptan la ética y hacen su propia adaptación: si la ética proclama la igualdad de todas las personas, la moral reconoce que todos somos iguales, pero dejando claro que «unos son más iguales que otros». El ejemplo más sencillo sigue siendo la igualdad hombre/mujer. ¿Cuántas mujeres sacerdotales, imam o rabinos conocéis?
Hay que tener en cuenta también que todos los libros sagrados que constituyen la base de las religiones son contrarios a la ciencia, y la escuela pública debe actuar siempre a favor de ella. Para nuestra alegría, cada vez se matriculan menos niños y niñas. En consecuencia, ese profesorado tiene problemas para completar los horarios; pero son profesores/as fijos/as. Por lo tanto, para justificar el salario, ha sido una decisión de la administración dar clases en otros temas. Además, hay que tener en cuenta que son fijos/as mientras tengan la aprobación de los obispos, así que ¿qué enseñará el de Religión al que se le ha asignado enseñar Geografía, que las montañas son como son porque Dios las diseñó así o a causa de la erosión, el transporte de sedimentos y las formas de sedimentación?
Mantener al profesorado de religión nos cuesta 700 millones de euros al año. 700 millones de los impuestos de toda la ciudadanía, porque aunque para ser contratados necesitan la aprobación de los obispos, el sueldo lo paga el Departamento de Educación del gobierno local. Seguro que hay necesidades más urgentes que adoctrinar a los niños y niñas.
También queremos expresar una duda que nos está comiendo las entrañas desde hace años. Los católico-romanos necesitan la aprobación de los obispos y tienen escritos en su página web los requisitos que deben cumplirse, pero ¿quién decide quién será profesor en las otras religiones?
Nos gustaría terminar diciendo «adiós» y «salud», pero seremos realistas: terminaremos diciendo «hasta el año que viene».
¡La Escuela Pública vasca laica, ya!
Traducción automática del euskera revisada.
Otsailaren 3an hasiko da gure umeak eta gaztetxoak eskoletan aurrematrikulatzeko garaia, eta urtero bezala gogoratu nahi genizueke zergatik ez zaigun ideia ona iruditzen erlijioan matrikulatzea. Iaz artikula bukatzen genuen esanez «askori idazki hau ezaguna egingo zaizue, urteak daramagulako lelo berarekin», eta, zoritxarrez, aurten ere berdin hasi behar dugu, gauzak ez baitira batere aldatu. Eta, are okerrago, iaz Hezkuntzaren Euskal Lege berria onartu zen. Lege horrek, hirugarren artikuluan, Euskal Hezkuntza Sistemaren printzipioei buruzkoan, hitzez hitz hau jasotzen du: «Gizarte-kohesioa, pluraltasunarekiko errespetua, eta pentsamendu- eta sinesmen-askatasuna, bai eta giza eskubideen eta aniztasunaren defentsaren bermea ere, laikotasun-printzipioaren esparruan». Laikotasun-printzipio hori jaso arren, Erlijioa irakasgaiaren tratamendua aurreko ikasturteetako bera da. Horregatik, betiko argudio berberak errepikatzen jarraitu behar dugu.
Hasteko, gogoratu erlijioa eskola publikoan derrigorrez eskaini izan beharra Franco eta Suarezen herentzia dugula, batak 1953an izenpetu eta besteak 1979an berretsi zuten konkordatuaren puntuetako bat delako (estatuak eliza katolikoa mantentzea bezala, baina hori beste baterako utziko dugu). Egia da hauteskunde kanpaina gehienetan ezkerreko indarrek, PSOE barne, agindu digutela gobernua lortu bezain pronto ezabatuko dutela, baina aldaketa bakarra da 1992az geroztik erlijio gehiago direla guztiok ordaintzen ditugun irakasleak izendatzeko aukera dutenak.
Legez onartuta dagoenez, askok eskubide hitza erabiltzen dute egoera honetaz hitz egiteko. Baina soilik batzuen interesak babesten dituen legea eskubidea da ala pribilegioa? Zeren momentu honetan 42.000 erlijio inguru omen daude munduan, eta horietatik soilik katoliko erromatarrak, hebrearrak, islama eta ebanjeliko hitzaren menpean hartzen den multzoa dira eskubide hori aurrera eraman dezaketenak; beraz, orduan eta ugariago ditugun ortodoxo, budista, neopagano edo katoliko maronitak (bai, Siriako gerra zibiletik ihes iritsitakoak) eskubide bako pertsonak dira? Horri lotuta, azken denboran ezkerretik entzun ditugu aldarrikapenak beste erlijioetako irakasleak kontratatzeko. Ez gaude ados, estatu laikoa lortzeko bide txarra da eskola publikoa erlijioko irakaslez betetzea.
1959an onartutako Haurren Eskubideen Aldarrikapenaren 14. artikuluak «umearen pentsamendu, kontzientzia eta erlijio askatasuna bermatuko da» dio. Guraso askok garbi daukate bere eskubidea dela bere umeen ideologia aukeratzea. Bi eskubide horiek talka egiten dute. Guk proposatuko genuke umeak bere kabuz pentsatzen hasten diren arte itxoitea, eta horretarako pazientziarik ez duenak hor ditu sakristiak, medersak, sinagogak eta abarrak. Guk ez dugu umeen doktrinamendua ordaindu nahi.
Horri lotuta, Erlijioa da aukerazko gai bakarra haur eta lehen hezkuntzan, oraindik gazteegiak direnean inolako aburu propiorik izateko. Hortaz, erlijioa ikasten duten gaztetxo horiek ikasturte bakoitzean 40 ordu inguru pasatzen dituzte bere gelatik kanpo, eta hori talde kohesiorako eta harremanak sendotzeko ez da biderik onena.
Eskola guztiek ikastordu kopuru bera dute; beraz, Erlijioa sartzeko beste nonbaitik kendu beharra dago. Erlijioko ikasleak ez zitezen okerrago prestatuak izan erabaki zen edozein mailatan eskola osoan ikasle batek bakarrak erlijioa aukeratzen bazuen besteek gai paralelo bat landuko zutela, erlijiokoa galeran ez atzeratzeko. Hau da, batek beste guztiak baldintzatzen ditu. Inork ez balu Erlijioa aukeratuko, eskolan gaitegi arrunta lantzeko erabili zitekeen ordu hori; baina horrek eskola arteko desberdintasunak sortu zituen. Zein izan zen administrazioaren irtenbidea? Ikasle orok eskola guztietan gai paraleloa landu behar du, Biologiaren kaltean.
Eta orok esaten dugunean, orok esan nahi dugu, ez bakarrik haur eta lehen hezkuntzan, baita DBHn eta batxilergoan ere. Aurten gure gazteek lehen aldiz USaP azterketa egingo dute (ulertzeko selektibitate berria), aurrekoek hainbeste ordu institutuan emanda baino 37 ordu gutxiago prestatuak.
Behin eta berriro entzundako argudioa da baita ere ikasleen heziketa etikoa. Etika Filosofiaren adarra da, eta beraz Filosofiako irakasleari dagokio irakaskuntza teorikoa. Zenbait gairen aurrean umeen eta gazteen jarrerak lantzea guztion lana da, irakasle guztiena eta gizarte osoarena. Gainera, Erlijioak ez du etika irakasten baizik eta morala. Hau da, etika hartu eta bere egokitzapena egiten dute: etikak guztion berdintasuna aldarrikatzen badu, moralak guztiak berdinak garela onartzen du, baina «batzuk besteak baino berdinagoak» direla garbi utziz. Adibiderik errazena oraindik gizon/emakume berdintasuna da. Zenbat emakume apaiz, imam edo errabino ezagutzen dituzue?
Kontuan hartu behar da baita ere erlijioen oinarria diren liburu sakratu guztiak zientziaren aurkakoak direla, eta eskola publikoak beti zientziaren alde jokatu behar du. Gure pozerako, gero eta ume gutxiago matrikulatzen dira. Ondorioz, irakasle hauek ordutegiak osatzeko arazoak dituzte; baina irakasle finkoak dira. Beraz, soldata zuritzeko, administrazioaren erabakia izan da hauek beste gaietako eskolak ematea. Baina kontuan hartu behar finkoak direla gotzainen onespena duten bitartean, beraz zer irakatsiko du Geografia irakastea egokitu zaion Erlijiokoak, mendiak diren bezalakoak direla Jainkoak horrela diseinatu zituelako edo higadura, garraioa eta jalkitze moduak?
Erlijioko irakasleak mantentzea urtean 700 milioi euro kostatzen zaigu. 700 miloi gu guztion zergetatik, zeren kontratatuak izateko gotzainen onespena behar badute ere soldata tokian tokiko gobernuko Hezkuntza Sailak ordaintzen du. Ziur badaudela premia larriagoak umeak doktrinatzea baino.
Eta urteetan barrenak jaten ari zaigun zalantza bat adierazi nahi dugu. Katoliko-erromatarrek gotzainen onespena behar dute, eta bere web-orrian idatziak dituzte bete behar diren baldintzak, baina zeinek erabakitzen du nor izango den irakasle beste erlijioetan?
Gustatuko litzaiguke «agur» eta «ondo izan» esanez amaitzea, baina errealistak izango gara: «datorren urtera arte» esanez amaituko dugu.
Euskal Eskola Publikoa laikoa, orain!