El cardenal de Los Ángeles (EE UU) está envuelto en un escándalo por haber protegido a sacerdotes acusados de pederastia. Varias organizaciones reúnen firmas en contra de su presencia en el cónclave. Creen que no tiene la conciencia que se
La separación de sus padres hizo que Manuel Vega decidiera quedarse a vivir por algún tiempo en la rectoría de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Oxnard, California, EE UU, donde era monaguillo. No quería ir con ninguno de los dos si no estaban juntos, sin saber que allí terminaría pasando el peor infierno de su vida.
"Yo vivía en un barrio donde había drogas y pandillas. Para mí la iglesia era un lugar seguro y sin problemas, y mis padres pensaban lo mismo", recuerda Manuel, una de las 508 víctimas que en 2007 ganaron la demanda contra la Archidiócesis de Los Ángeles por abuso sexual de menores.
Comenzaba la década de los 80 y con apenas 11 años Manuel tenía una fe ciega en la Iglesia, hasta el punto de hacer todo lo que decía el padre Fidencio Silva.
"Me llevaba con otros monaguillos a una playa donde había hombres desnudos, nos quitaba la ropa y nos dejaba encuerados ahí en la arena con él", relata. "Cuando estaba estudiando el sexto grado, me llamó a la sacristía, dejé los estudios, fui y allí abuso de mí".
El tormento se repitió durante casi cuatro años, hasta que Manuel supo que aquel contacto no estaba bien. A día de hoy, no solo lo recuerda con tristeza sino que critica las acciones de la Iglesia por no haber frenado los abusos.
Organizaciones contra Mahony
El cardenal de Los Ángeles, Roger Mahony, está en medio de la polémica en la que hay salpicados más de un centenar de nombres de sacerdotes pederastas de los que presuntamente tenía conocimiento. Las víctimas lo acusan de haber callado el problema y "permitido que más niños estuvieran en peligro".
Para mí, Mahony no tiene ningún tipo de conciencia"Para mí, Mahony no tiene ningún tipo de conciencia. En su propia mano está escrito cómo escondió a estos hombres y los movió de una parroquia a otra", dice Manuel cuando opina sobre la participación del cardenal en la elección del nuevo papa.
La organización Católicos Unidos ha recogido unas 10,000 firmas para que Mahony no asista al cónclave por considerarlo una falta de ética.
"Ninguna moral"
"No tiene ninguna moral de participar en la elección de un nuevo papa cuando hay documentos en los que es evidente su papel para encubrir a sacerdotes pederastas", comenta Andrea León-Grossmann, voluntaria de Católicos Unidos al referirse a los archivos que la Archidiócesis se vio obligada a sacar recientemente a la luz por orden judicial.
Hay documentos en los que es evidente su papel para encubrir a sacerdotes pederastasDesde días antes de su llegada a Roma, el cardenal Mahony ha estado enviando mensajes a través de su cuenta de Twitter que hacen pensar que no se retractará de dar su voto para elegir al nuevo papa.
"El cardenal Mahony asistirá al cónclave, ya que es el deber sagrado de cada cardenal bajo el Derecho Canónico de la Iglesia Católica", apunta Tod Tamberg, portavoz de la Archidiócesis de Los Ángeles.
"A través de los siglos, los cardenales han debido hacer frente a múltiples formas de presión ejercidas sobre los electores individuales y sobre el mismo Colegio, y cuyo fin era condicionar sus decisiones, doblegándolas a lógicas de tipo político o mundano", señala un comunicado de la Secretaría de Estado del Vaticano, en el que se agrega que "ahora se intenta poner en juego el peso de la opinión pública, a menudo sobre la base de evaluaciones que no reflejan el aspecto típicamente espiritual del momento que la Iglesia está experimentando".
Más allá del deber
Sin embargo, para Virginia Zamora la participación de Mahony en el cónclave es un asunto que trasciende más allá del deber, del Derecho Canónico y de cualquier aspecto espiritual. Supo que su hijo sufrió abusos en la década de los 80. Dominic Zamora se lo dijo cuando tenía 26 años: lo confesó después de pasar 180 días en prisión por conducir ebrio. Coincidió en la cárcel con el padre Michael Baker, quien cumplía sentencia por abuso de menores.
No sé cómo Mahony puede dormir sabiendo que hubo tantos casos de abusos"Recuerdo que me dijo: "Cuando salga tengo que contarte algo muy importante que no sé cómo decirlo". Estaba llorando como un niño", relata Virginia. "Entonces supimos por qué el padre lo quería de monaguillo aunque había bajado sus calificaciones escolares. Y ahí estaba la respuesta de por qué tenía el vicio de tomar: quería olvidar el abuso por el que había pasado cuando tenía 8 años". Dominic se encuentra actualmente en tratamiento.
"Está documentado que Baker le dijo a Mahony que tenía problemas con niños, y lo trasladó a varias parroquias en lugar de reportarlo a la policía", agrega esta madre que ha dejado de ir la iglesia aunque no ha perdido la fe en Dios. "No sé cómo Mahony puede dormir cada noche sabiendo que hubo tantos niños abusados y personas que se suicidaron".
En declaraciones que recoge Catholic News Service, el cardenal Mahony se defiende diciendo que "en aquellos días nadie reportaba estas cosas a la policía, normalmente a petición de las familias".
"Lo que hice en aquellos años fue consistente con lo que todo el mundo hizo, en los Boy Scout, en las escuelas públicas y en las privadas en todo el país", manifestó el cardenal, quien dos días después de llegar a Roma dijo sentirse "asombrado" de que haya grupos que pidan que no participe en el cónclave cuando "la misión número uno de un cardenal es elegir a un nuevo papa cuando hay vacante". Mahony agregó que había recibido instrucciones directas del Vaticano a través el embajador en Estados Unidos para que asista a la elección del papa.
La modificación de la Carta Apostólica hecha por Benedicto XVI el mes pasado señala que "ningún cardenal elector podrá ser excluido de la elección, activa o pasiva, por ningún motivo o pretexto". El mismo documento recoge que "todos los cardenales electores presentes están obligados a proceder a la elección".
"Mahony está a tiempo"
Aún así, hay quien cree que Mahony debería seguir el ejemplo del cardenal británico Keith O'Brien, quién se ha abstenido de participar en el cónclave tras renunciar como arzobispo de Edimburgo al ser acusado de "comportamiento inapropiado". O'Brien admitió haber tenido una "conducta sexual que no fue siempre la que se esperaba de él" durante los años 80.
Yo amaba a Dios y lo llegué a odiar. Me quise suicidar tomando pastilla"Mahony está a tiempo de decir que cometió faltas y pudo haber manejado el problema de una manera mejor. Ir al cónclave es darle una bofetada a todas las víctimas", expresa Andrea León-Grossmann.
"La Iglesia no está para darle lecciones de moral a nadie cuando tiene la obligación de mostrarse transparente, reformarse y pedir perdón a las víctimas", apunta por su parte Esther Miller, quien sufrió abusos por parte del sacerdote Michael Nocita cuando tenía 16 años. "Mahony está preocupado solo por su propia imagen y por aparentar ser que no es vulnerable".
"Yo amaba a Dios y lo llegué a odiar. Me quise suicidar tomando pastillas y desde entonces he vivido con ese trauma", agrega quien ha terminado convirtiéndose en judía. "Mi familia tenía tanta confianza con el padre Nocita que lo invitaban a cenar a casa, y como vivía lejos mis padres le decían que se quedara a dormir. Abusó de mí en mi propio cuarto. Me mandaba cartas y hasta me decía que había hablado con el papa para casarnos".
Pesa más la ética
Para Felipe Agredano, teólogo formado en la Universidad de Harvard, la balanza pesa más del lado de la ética que de lo que fundamenta el Derecho Canónico.
Las víctimas tienen razón, es una cuestión de moral, no de reglamentos"Los reglamentos de la Iglesia le dan derecho a Mahony de participar, no se le puede negar el voto. Pero las víctimas tienen razón, es una cuestión moral de cómo el cardenal está tranquilo de participar en el cónclave cuando está involucrado en un escándalo que todavía puede terminar en un caso legal y criminal".
La fiscalía de Los Ángeles está analizando la documentación de la Archidiócesis revelada por orden judicial para saber si proceden cargos contra Mahony por encubrimiento. El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, le quitó toda responsabilidad administrativa o eclesial tras darse a conocer dichos informes.
"Las cosas se van a poner peor antes de que mejoren", opina Manuel Vega. "Van a salir a la luz más cosas de Mahony. La verdad no se puede esconder, no hay ningún crimen perfecto".
La verdad no se puede esconder, no hay ningún crimen perfectoMientras tanto, mucho se ha especulado sobre los verdaderos motivos por los que Mahony no reportó los abusos a las autoridades. El acuerdo con el que la Archidiócesis decidió pagar 660 millones de dólares a las víctimas en 2007 evitaba que Mahony tuviera que testificar para explicar cómo manejó la situación y el por qué de los encubrimientos.
Algunos piensan que no quiso manchar su imagen en los años en los que iba adquiriendo peso dentro de la Iglesia. Roger Mahony fue nombrado cardenal en 1991, seis años después de obtener el título de arzobispo de Los Ángeles. Otro motivo podría estar detrás de la costosa catedral que él mismo ordenó construir y que fue inaugurada en 2002.
Carrera truncada
"Mahony se acercó mucho a la gente política y a los filántropos para que dieran donaciones con las que construir la catedral. Está claro que a eso le dio más importancia que a hacer justicia por las víctimas", opina Manuel.
Sabe manejar muy bien la prensa, es como la farándula religiosa"Lo curioso es que en su día el cardenal fue considerado papable por estar al frente de la Archidiócesis más grande de Estados Unidos y por verse como líder", comenta Agredano. "Pero desde que se desató la crisis de los abusos de sacerdotes, su imagen quedó dañada y no se ha recuperado políticamente"
"Es alguien que sabe manejar muy bien la prensa, es como la farándula religiosa. Algo de eso se necesita para estar al frente de la Archidiócesis de Los Ángeles", señala.