El objetivo: decir «basta» al silencio de la Iglesia Católica en los casos de abusos sexuales
Las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes están convocadas hoy a una marcha hacia la Plaza de San Pedro en el Vaticano para decir "basta" al silencio de la Iglesia Católica y pedir a los Gobiernos de todos los países que se esfuercen por proteger a los niños.
La marcha ha sido organizada por la asociación estadounidense Survivor's Voice y se han adherido otros grupos internacionales e italianos como La Culpa o la asociación del Instituto para sordos "Provolo" de Verona (norte), quienes denuncian casos de abusos sexuales por parte de curas en los años 50.
"Iremos ante el Vaticano para denunciar, de nuevo, tantos hechos que han destrozado la vida de jóvenes y que sólo ahora han empezado a conocerse", afirmó Marco Lodo Rizzini, al anunciar la presencia de la asociación del Instituto "Provolo".
Los fundadores de la asociación "Survivor's Voice, Bernie McDaid, 54 años, y Gary Bergeron, de 47, ambos víctimas de estos abusos por parte de un cura de la diócesis de Boston, explicaron en Roma que el objetivo de la marcha es que se siga hablando de este problema.
McDaid, que fue recibida por el papa Benedicto XVI durante su viaje a Estados Unidos en 2008, dijo que a pesar de los cambios prometidos por el Papa, en estos dos años "no ha cambiado nada".
Los organizadores persiguen que la pederastia se declare "crimen contra la humanidad"Otro de los objetivos de la marcha, es que las Naciones Unidas declaren la pederastia como un "crimen contra la humanidad".
El programa de la convocatoria prevé una concentración (16.00 GMT) de las víctimas en el Castillo de Sant'Angelo, donde McDaid y Bergeron se dirigirán a los manifestantes y tras un minuto de silencio para recordar a todas las víctimas de abusos sexuales se marchará hacia la basílica de San Pedro.
Los manifestantes llevarán velas durante su marcha por la Vía de la Conciliazione y dejarán una pequeña piedra ante la Plaza de San Pedro en recuerdo de la jornada.
La concentración ante el Vaticano no ha sido autorizada por la Policía italiana, por lo que previsiblemente los participantes serán obligados a dispersarse antes de llegar a la Plaza de San Pedro.