Veintiséis miembros del Congreso de Estados Unidos han dirigido una carta a los Boy Scouts de América en la que les piden poner fin a su política discriminatoria hacia gays y lesbianas. La carta ha sido promovida por los congresistas Gary Ackerman y Tammy Baldwin tras conocerse que la organización había rechazado como voluntarias a las madres de un chico por ser lesbianas.
“No queremos que promováis vuestro estilo de vida entre los chicos”, les espetó el director de zona de los Boy Scouts de América a Cate y Eizabeth Wirth, una pareja de Vermont unida civilmente que se ofreció voluntaria en una reunión en la que se solicitó la colaboración de los padres y madres de los muchachos. La pareja ya había colaborado puntualmente con los Boy Scouts, organización de la que su hijo es miembro desde hace años, pero el problema surgió cuando Cate y Elizabeth decidieron hacer explícita su relación para evitar problemas. “Nos gustaría que supieras que las dos somos las madres de Dylan, somos una pareja, queremos que lo sepas”, le dijeron al director de zona. “Ni siquiera pronunciamos la palabra que empieza por L”, cuentan (”L-word”, una forma eufemística de referirse a “lesbiana” en inglés). En ese momento todo cambió.
La decisión del director de zona recibió posteriormente el apoyo de la dirección nacional de la organización, que ha confirmado que en todo caso los padres gays y lesbianas pueden acompañar a sus hijos en las actividades, pero no asumir un papel activo de liderazgo.
Lo cierto es que la polémica sobre las políticas discriminatorias hacia gays y lesbianas por parte de los Boy Scouts de América viene de lejos. Ya en el año 2000 el Tribunal Supremo de Estados Unidos, en una controvertida decisión de su mayoría conservadora (5 votos frente a 4) falló que esta organización tiene derecho a prohibir que personas que se definan abiertamente como gays y lesbianas desempeñen papeles de liderazgo. No se trata, por otra parte, de la única discriminación establecida por esta organización, que prohíbe ser miembros a ateos y agnósticos.
Conviene aclarar que no todas las organizaciones de Boy Scouts del mundo comparten la política discriminatoria hacia gays y lesbianas. No es así, por ejemplo, en Canadá, en el Reino Unido, en Alemania o en Suecia.