La comunidad de musulmanes de Torrent seguirá rezando en la calle por falta de espacio en su local. Al menos, hasta final de año cuando la entidad tome una decisión definitiva. La reunión que mantuvieron con la asociación de vecinos y el Ayuntamiento esta semana no ha logrado ningún acuerdo. Las dos alternativas para el traslado de la mezquita aportadas por vecinos y Corporación no han convencido a la entidad, que solicitaba no estar demasiado alejada del casco urbano por problemas de accesibilidad y seguridad. «No hacemos mal a nadie y pensamos que no tenemos porqué marcharnos fuera del municipio. No somos delincuentes ni nada parecido. Solamente queremos un lugar donde rezar sin tener que molestar. Por eso daremos un pequeño margen, antes de que finalice el año, para que nos aporten alguna alternativa. Pero no podemos esperar mucho más», explicaron fuentes de la comunidad musulmana.
El problema añadido a la falta de espacio de su local actual es que todavía siguen sufragando otro alquiler, el de la nave de la calle San Ernesto, donde iniciaron las obras de insonorización. La presión vecinal obligó a paralizar los trabajos y la comunidad decidió esperar hasta hallar una solución consensuada que contentara a todos. Pero un año después la situación sigue siendo la misma «y nosotros no podemos estar perdiendo dinero, no podemos mantener un local que no estamos utilizando mientras se busca una alternativa. Necesitamos una solución ya. Estamos abiertos al diálogo y hemos sido pacientes, pero no podemos permanecer así siempre. Hemos de tomar una decisión».
De momento, la campaña de firmas iniciada por un grupo de vecinos ha quedado paralizada a expensas de que las tres partes puedan llegar a un acuerdo definitivo. La próxima semana se producirá una nueva reunión para buscar alternativas.
