La organización ‘Voltaire’ sitúa a la Santa Sede antes de paraísos fiscales como Suiza, Bahamas o Liechtenstein
El Vaticano ocupa el octavo lugar en lavado de dinero a nivel mundial, superando a conocidos paraísos fiscales como Suiza, Bahamas, Liechtenstein y República de Mauricio, según la red Voltaire, una organización internacional ubicada en París, sin ánimo de lucro, que promueve la libertad y el laicismo, cuyos datos publica la web Noticiacistiana.com.
Un billón y medio oculto en paraísos fiscales
El valor internacional del Vaticano ocultado por empresas establecidas en paraísos fiscales supera un billón y medio millones en la actualidad, según la referida publicación, que en lo que concierne a este dato cita a The Guardian.
Investigado por blanqueo
El conocido como Banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), fue investigado en 2010 por la Justicia italiana por lavado de dinero, y la Fiscalía llegó a congelar 23 millones de euros utilizados “en operaciones irregulares”. Un año después los fondos fueron desbloqueados, pero la investigación sigue adelante, aunque la institución de la Santa Sede ha negado cualquier acción delictiva.
Entre los Estados señalados por EE.UU.
El Departamento de Estado de EE.UU. incluyó en 2012 al Vaticano entre los países considerados “un centro potencial de lavado de dinero”. Según ese organismo, en 2012, “con los grandes volúmenes de moneda internacional que pasan por la Santa Sede, es un sistema que se torna vulnerable como un centro potencial de lavado de dinero”.
Vínculos con la mafia
Según recoge el artículo publicado en Noticiacristiana.com, el año pasado, el Bando del Vaticano experimentó pérdidas de 19 millones de dólares, en un momento en el que habían aumentado las sospechas de lavado de dinero y vínculos con la mafia. Coincidió, además, con la desaparición de 1 billón de dólares.
El arresto de monseñor Scarano
En junio pasado, la Policía italiana arrestó a monseñor Nunzio Scarano, de 61 años, y contador en la administración financiera del Vaticano, por blanqueo de capitales. La investigación detecto que el banco de la Santa Sede habría lavado cerca de unos 33 billones de dólares.
La comisión de investigación creada por Francisco
El Papa Francisco ha creado una comisión de cardenales y otras personas ajenas al Vaticano, a los que ha encargado estudiar con lupa el funcionamiento del IOR y prevé cambios profundos. Incluso valora cerrar el banco y transformarlo en una entidad con un sistema de administración diferente.