Familia, amigos y representantes de la política y la cultura han dado el último adiós a la escritora catalana fallecida el pasado miércoles a los 90 años
Rosa Regàs ha sido despedida este sábado en una ceremonia laica a la que han asistido unas 300 personas, de la que han estado ausentes los símbolos religiosos, por expreso deseo de la escritora. El funeral ha comenzado con el Himno de Riego himno oficioso de la Segunda República que hizo suyo el cántico patriótico de la columna del teniente coronel Rafael del Riego en 1820 en el levantamiento de Cabezas de San Juan para restablecer la Constitución de las Cortes de Cádiz. Tal y como la fallecida quería ha sido una ceremonia sencilla donde también han sonado ‘She’s leaving home’, de The Beatles y el ‘Cuarteto de cuerda núm. 14 en re menor’ de Schubert también conocido como ‘La muerte y la doncella’.
El último adiós a la escritora catalana, fallecida el miércoles a los 90 años en su residencia de Llofriu (Girona), ha convocado en el tanatorio Áltima, situado en la Ronda de Dalt de Barcelona a los familiares y amigos así como a representantes de la política, el mundo editorial y literario como el ministro de Industria y Turismo y exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu; el primer secretario del PSC, Salvador Illa; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; y la exalcaldesa y líder de los Comuns, Ada Colau. También estaban han acudido el director general del grupo Planeta, Josep Creuheras, y el publicista Lluis Bassat.
Durante la ceremonia dos de sus cinco hijos, Anna y Mariona, han glosado la figura de su madre, una mujer que han definido como «muy potente». Además, dos de sus nietos y una sobrina, han recordado la serie de RTVE ‘Abuela de verano’, basada en la relación de Rosa Regàs con sus nietos en su residencia de Llofriu que protagonizó Rosa Maria Sardà en la ficción. Regàs ha sido recordada también a través innumerables a través de dos pantallas donde se han proyectado fotos de la escritora, acompañada por personalidades de diferentes ámbitos así como por sus familiares, a lo largo de su vida.
Una vida intensa
Muchos de los presentes han coincidido en subrayar la fuerza y firmeza de la escritora y de una «muy buena amiga», que han asegurado «vivió intensamente», según ha señalado Josep Creuheras. Salvador Illa ha puesto el acento en el compromiso de Regàs con la sociedad «y con los valores de la izquierda», mientras el alcalde de Barcelona Jaume Collboni ha subrayado su feminismo, valores progresistas y compromiso con la sociedad. Para Ada Colau fue una ante todo una mujer «hiperactiva» y «generosa» que deja un legado en sus libros y «de amor por la libertad y la vida», además de elogiar especialmente su honestidad y el hecho de que «nunca se ponía de perfil y decía lo que pensaba por mucho que pudiera incomodar».
Nacida en Barcelona el 11 de noviembre de 1933, Regàs ganó en 1994 el Premio Nadal con su novela ‘Azul’, en el año 2001 se alzó con el Premio Planeta con una novela de intriga, ‘La canción de Dorotea’, y en 2013 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por la novela ‘Música de Cámara’. Antes de dedicarse a la escritura, Regàs trabajó en la editorial Seix Barral, de 1964 a 1970, año en el que fundó la editorial La Gaya Ciencia, sello en el que aparecían libros de literatura, política, economía, filosofía, poesía y arquitectura; las revistas Arquitecturas Bis y Cuadernos de la Gaya Ciencia (1976) y Ediciones Bausán, dedicada a literatura infantil.
Rosa Regàs había trabajado también como traductora para las Naciones Unidas en Ginebra y también fue directora de la Biblioteca Nacional de España de 2004 a 2007. Más allá de la novela también se había dedicado al ensayo con obras como ‘Contra la tiranía del dinero’ (2012). En 2014 publicó ‘Entre el sentido común y el desvarío’ (Ara Llibres), la primera parte de sus memorias, que continuó con ‘Una larga adolescencia’ (2015) y ‘Amigos para siempre’ (2016).
Este 2024, apareció su último libro ‘Un legado’, en el que daba cuenta con detalle de los episodios cruciales de su vida y de su paso por el sector editorial y cultural, con mención especial a amigos como Juan Benet, Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma.
