La violencia sectaria se intensifica en vísperas de la fiesta chií de la ´ashura´
Al menos 23 personas han muerto en un atentado suicida y de carácter sectario perpetrado en la noche del miércoles al jueves contra un centro de rezo chií en la ciudad paquistaní de Rawalpindi, según los balances de víctimas de primera hora del jueves citados por Efe y France Presse. El ataque, que ha dejado cerca de 40 heridos, tuvo lugar poco antes de la medianoche local en la zona de Dhok Sayyadan, frente a un lugar de culto donde estaban concentrados numerosos fieles.
Responsables policiales citados por la cadena local Geo explicaron que el ataque fue perpetrado por un suicida que se adentró en la concentración de chiíes con una carga explosiva adherida al cuerpo y con varias granadas.
El de Rawalpindi, ciudad muy próxima a Islamabad, fue el segundo ataque sectario de ayer en Pakistán. Horas antes, por la tarde, murieron en atentados otas siete personas en Karachi y Quetta.
De acuerdo con la versión policial, la primera explosión fue provocada, al parecer, por un terrorista suicida que se desplazaba en motocicleta y que chocó contra un motocarro.
El país está en máxima alerta de seguridad por las celebraciones de la minoría de confesión chií (cerca del 20% de la población del país) con motivo de del mes de Muharram, primero del calendario musulmán y de gran significación para esta corriente islámica.
En el noveno y décimo días de Muharram (próximos sábado y domingo), los seguidores de esta línea, considerada herética por algunos radicales suníes, recuerdan del martirio del imán Hussein, nieto de Mahoma y uno de los fundadores del chiísmo.
Las concentraciones por esta celebración —denominada ashura— son escenario habitual de atentados sectarios como los de las últimas horas.
Traslado de fallecidos en el atentado de Rawalpindi. / C.A. Hussain (AP)
Archivos de imagen relacionados