En 2018, un total de 1.117 niños fueron reclutados con fines militares en la guerra de Yemen, mientras que 581 personas resultaron muertas ese año entre ataques aéreos y terrestres y minas antipersona, indicó este martes la ONG “Mwatana for Human Rights”.
Su informe anual, elaborado a partir de 2.065 entrevistas con víctimas, familiares, testigos y trabajadores médicos y humanitarios, documenta las distintas violaciones cometidas en ese país.
La presidenta y fundadora de “Mwatana”, Radhya Al Mutawakel, advirtió de que la situación es más crítica de lo que plasman esos datos, ya que solo pueden reportar aquellos que evidencian y “mucha gente tiene miedo de hablar”.
Yemen se encuentra inmersa en una guerra civil desde finales de 2014, cuando los rebeldes hutíes se hicieron con el control de la capital, Saná, y otras provincias del norte.
En 2015, el conflicto se intensificó con la intervención de la coalición liderada por Arabia Saudí y apoyada por Estados Unidos y otras potencias, que actúan en favor de las fuerzas leales al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
La calificada como guerra olvidada por su escasa difusión internacional se caracteriza por los asedios, las crisis alimentarias, la malversación de ayudas y los abusos constantes a los derechos humanos, tal y como denunció la ONG.
La presentación de su informe tuvo lugar en París para resaltar el rol de Francia en el conflicto yemení, ya que Arabia Saudí, según sus datos, es el primer cliente de la industria armamentística francesa y Emiratos Árabes el quinto.
Además, “Mwatana” recalcó que ambos países son responsables de numerosos casos de torturas y de reclutamiento de niños soldado.
“Necesitamos que Francia se posicione. la presión internacional realmente influye”, señaló la directora jurídica de la organización, Kristine Beckerle.
La ONG también resaltó que para responder a la crisis humanitaria es necesario tratar la crisis de derechos humanos: se han reportado 74 casos de obstrucción de ayudas, que agravan la hambruna de “millones de civiles yemeníes”.
“Esta guerra está destruyendo nuestro futuro matando a nuestros niños”, dijo Al Mutawakel, que subrayó que la situación de los menores es crítica porque muchos ya no van a la escuela y otros son reclutados.
Además, la libre circulación dentro y fuera de Yemen es cada vez más limitada, en parte por el cierre del aeropuerto de Saná por Arabia Saudí y Emiratos Árabes desde hace tres años, añadió “Mwatana for Human Rights”, que se ha establecido como la ONG yemení de referencia, con setenta voluntarios por todo el territorio.