Una joven que mató a golpes a su hijo de cuatro años declaró hoy que no está arrepentida del crimen, ocurrido la pasada noche en un barrio de Asunción, porque afirma que el niño estaba "poseído"."Hasta las doce el mediodía era mi hijo, después ya no era él; su mirada cambió", dijo a periodistas Elva Armoa, una mujer de 25 años que lee la Biblia, va a misa, reza rosario y comulga los domingos en una Iglesia católica del barrio asunceno Los Laureles.
La mujer, que fue puesta a disposición de la Fiscalía, relató que trató de exorcizar a su hijo con oraciones, agua bendita y la ayuda de dos hermanas menores para que "salga (el mal), pero me di cuenta que no iba a salir y se llevó a lo que más yo amo".
"Hay gente que me va a entender", expresó la joven, que no se declaró arrepentida al asegurar que no hizo nada malo y que el niño, cuyo cadáver fue encontrado sobre la imagen de una figura sagrada, dijo: "murió por ustedes".