La policía ha detenido a dos empleados por un presunto delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas
Fadila, una española de 39 años de origen saharahui —se crio en los campos de refugiados del Sáhara Occidental y lleva más de 20 años en España— nunca había sentido tal rechazo por su aspecto y origen como cuando empleados de una piscina municipal de Valencia, situada en el barrio de Benicalap, le impidieron dos veces el acceso a las instalaciones supuestamente por llevar velo. “Con esa ropa que lleváis, qué asco”, denuncia la mujer que le dijo uno de ellos. Los hechos sucedieron el pasado 4 de agosto y, tras una investigación, la Policía ha detenido a dos trabajadores de la empresa concesionaria, de 32 y 50 años, como presuntos autores de un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas.