Le solicitan a Mollaghan que fije posición sobre las polémicas declaraciones del presbítero de la Catedral de Rosario, Raúl Giménez, quien defendió la inocencia del ex capellán de Feced, Zitelli, quien cumple arresto omiciliario.
Un grupo de dirigentes de organismos defensores de los derechos humanos visitaron en la mañana de ayer la sede del Arzobispado de Rosario donde dejaron un escrito dirigido al arzobispo José Luis Mollaghan. En este documento le solicitaron al máximo jefe de la iglesia local que fije posición pública acerca de las polémicas declaraciones del presbítero de la Catedral, Raúl Giménez, quien defendió la inocencia de monseñor Eugenio Zitelli, en su rol de capellán de la policía rosarina durante la última dictadura militar. Zitelli se encuentra detenido bajo la modalidad de prisión domiciliaria, a la espera de que se resuelva su situación procesal. También presentaron ante el juez federal Marcelo Bailaque una serie de preguntas que debería responder Giménez en caos de que sea citado a declarar tal como pidió el fiscal federal Gonzalo Stara.
Elida Luna, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Rosario, Norma Ríos por la APDH Rosario y Juan Noste y Claudia Nigro por UMANO de Casilda, entre otros, se trasladaron ayer hasta la sede eclesiástica de Córdoba y España donde fueron recibidos por una hermana, que recibió el documento firmado por estos mismos organismos.
Sobre el mediodía los organismos de DDHH presentaron una solicitud al arzobispado rosarino "a fin de que tengan la posibilidad de explicar si la posición esgrimida por Giménez obedece a una decisión oficial de la Iglesia o si fue hecha a título personal, a pesar de haber utilizado para ello el púlpito de la catedral de la ciudad", remarcó Noste.
Si bien no estuvo presente, el escrito fue avalado también por Gladys Bracachini, madre de Eduardo Bracachini, por cuyo homicidio está siendo investigado Zitelli.
Los organismos aprovecharon la oportunidad para desmentir la versión difundida por Giménez: "Eugenio Zitelli no es víctima de injurias, fue citado luego de que numerosos testimonios lo involucraran directamente con la represión ilegal. A diferencia de los dichos de Giménez, a Zitelli 'no lo tiene la iglesia' sino se encuentra detenido bajo la modalidad de prisión domiciliaria, a la espera de que se resuelva su situación procesal".
Más temprano presentaron ante el Juzgado Federal Nº 4 un pliego de preguntas en base a las cuales deberá deponer el párroco de la catedral rosarina, Raúl Giménez, a partir de los dichos que vertiera el viernes próximo pasado en relación al ex capellán de la policía de la dictadura, Eugenio Zitelli, imputado por la justicia federal por la comisión de delitos de lesa humanidad.
El párroco había afirmado afirmó que Zitelli era injuriado por las acusaciones que sobre él pesan y que era totalmente ajeno a los hechos.
"Ante la solicitud de que sea citado a prestar declaración interpuesta por la fiscalía, los organismos nos presentamos a fin de proponer algunas preguntas al juez, dado que el propio Giménez fue mencionado en un testimonio brindado en la causa Guerrieri-Amelong", explicó ayer el propio Noste en referencia a una testigo que reveló hace dos años que ante el pedido de su familia, Giménez había intercedido por la libertad de una de sus hermanas hablando con un capellán, quien les había asegurado que solo en unos días la joven estaría de regreso en su hogar, tal como ocurrió.
Integrantes de Familiares, APDH y UMANO de Casilda, fueron recibidos por una hermana.
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