Comentarios del Observatorio
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Aseguran que es necesario prevenir la persecusión e intolerancia religiosa en México
Después de que se hiciera viral el video del Pastor de iglesia Bautista Monte Sion, Kevin T. Wynne, rompiendo con un hacha la imagen de la Virgen De Guadalupe, así como una de la Santa Muerte, ante decenas de asistentes a su predicación.
El “Movimiento Solidart” junto con miembros de la plataforma Actívate, acudieron a la Secretaría de Gobernación para exigir respeto y tolerancia a la Virgen de Guadalupe, pues aseguraron es un símbolo de identidad para el pueblo mexicano, por lo que el pastor Wynne merece una sanción.
Un video que se hizo viral en redes sociales, desató la polémica entre creyentes y no creyentes, después de que durante una de sus predicaciones en Tamaulipas, al norte de México, el pastor Kevin T. Wynne, destrozara la imagen de la Virgen de Guadalupe, ante los gritos de los asistentes.
Por lo que el «movimiento Solidart», aseguró que “la intolerancia religiosa ha alcanzado niveles alarmantes en nuestra sociedad”.
“Durante un evento religioso, el pastor Kevin T. Wynne, líder de la Iglesia Bautista Fundamental Monte Sion en Iztapalapa, Ciudad de México; decidió tomar un objeto (hacha) para destruir una imagen de la Virgen de Guadalupe, un acto que ha provocado indignación y tristeza en la comunidad católica”.
Afirmaron que esta acción va en contra de los principios fundamentales de respeto y tolerancia que deben prevalecer entre las diversas creencias religiosas en nuestro país.
Y que la profanación de la imagen de la Virgen de Guadalupe no solo es una afrenta a la religión, sino también a los valores de respeto mutuo que todos debemos defender.
Por lo que llevaron miles de firmas a la Secretaría de Gobernación para exigir respeto y acciones concretas en contra del pastor bautista, pues destacaron que de acuerdo al artículo 8 de la Ley de Asociaciones Religiosas:
“Todas las asociaciones religiosas tienen la responsabilidad de respetar los cultos ajenos”
Y este incidente, señalaron, es una violación directa de este principio legal y moral.
“Es momento de exigir a las autoridades tomen medidas concretas para prevenir futuros actos de intolerancia religiosa y garantizar que todos los ciudadanos puedan practicar su fe sin temor a la persecución”.
Los demandantes se reunieron en la entrada del Templo de San Hipólito (San Judas Tadeo) desde ahí caminaron rezando hasta las oficinas de la Secretaría de Gobernación para entregar las firmas de miles de personas que se sumaron a esta demanda.
