Petición al Papa por el procés. Mediante una carta publicada en La Vanguardia (adjunta en este artículo), el diputado de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Capdevila, se dirige al papa Francisco para rogarle un posicionamiento sobre los presos independentistas catalanes. En concreto, Capdevila solicita “una palabra de reconocimiento y de aliento” a los presos, además de una “condena” de lo que tacha de “maniobras pseudojurídicas” y “violencias policíacas” por parte del Estado español. El diputado espera además que el Papa “oriente” a los “pastores” catalanes y españoles en esta cuestión.
Capdevila arranca la misiva elogiando la sensibilidad del Papa hacia “los problemas de toda la humanidad” y pone entonces en “su consideración” el “problema” de los últimos meses en Catalunya, que no es otro que el de tener “políticos presos por defender pacíficamente el derecho de la autodeterminación”, un derecho que, añade, “la doctrina social de la Iglesia proclama”. El diputado republicano, declarado católico, denuncia ante el Pontífice una situación de “prisión preventiva agravada con una serie de medidas vejatorias” y pone como ejemplo que los presos católicos practicantes –como son los casos conocidos de Oriol Junqueras o Joaquim Forn– tuvieron “dificultades” para el “acceso a los sacramentos”.
La carta sigue con una referencia a la “actitud evangélica” que, a juicio de Capdevila, mantuvieron los líderes del 1-O al llevar a cabo su estrategia política en base a la “no violencia”. El diputado añade que éste es un talante político que el Concilio Vaticano II elogia y, en la misma línea, se remite al lema del pontificado de Pío XII, opus iustitiae pax (la obra de la justicia y la paz), durante los años de la segunda guerra mundial.
Tras referirse a las denuncias de varias oenegés sobre la “grave vulneración de derechos humanos” que se han producido, a su juicio, en el Estado desdel 1-O; Capdevila cita unas palabras que el propio papa Francisco declaró en 2014 en contra de los abusos de la prisión preventiva. En concreto, el Pontífice aseguraba entonces, en el marco de un discurso a una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal, que “la prisión preventiva –cuando de forma abusiva procura un anticipo de la pena, previa a la condena, o como medida que se aplica ante la sospecha más o menos fundada de un delito cometido– constituye otra forma de pena ilícita oculta, más allá de un barniz de legalidad”.
Es en este momento cuando Capdevila, apelando a estas palabras, y reafirmando que en el caso de los presos catalanes se ha producido un “abuso de la ley para lograr ilegítimamente una finalidad política”, reclama al Papa Francisco un posicionamiento claro sobre esta situación. Y finaliza así con un deseo: “Dios os conserve salud y lucidez por muchos años, para las que ruego sinceramente cerca de nuestra Moreneta”.
En conversación con La Vanguardia, el diputado republicano explica que el objetivo de la carta es “poner de manifiesto la estupefacción de un creyente” ante una situación que considera injusta y que ha vivido de cerca: “Me parece indignante que se abuse de la figura legal de la prisión preventiva cuando los supuestos de mantenerla no están sujetos a la realidad”.
Capdevila, al que le une una amistad con Junqueras, aclara que no ha querido apelar a la condición de católicos practicantes de algunos de los exconsellers encarcelados. “Es por eso que hablo de la actitud evangélica que creo que tuvieron todos, fueran creyentes o no”, subraya. Para el compañero de Joan Tardà y Gabriel Rufián en el Congreso, “la actitud de todos estos líderes del proceso fue ejemplar desde el punto de vista del pacifismo y de la no violencia”. “El ejemplo fue el propio 1-O: la gente solo quería votar y no hizo nada más que interponer sus cuerpos entre los palos y la democracia”, defiende.
El diputado también aclara que no ha querido pedir un posicionamiento político al Vaticano, pero sí un mensaje: “Aunque entiendo que el Papa esté ocupado en temas muy graves en todo el mundo, espero que tenga presente el problema catalán, como ya ha tenido presente en otras ocasiones. Me encantaría, humildemente, que hubiera una respuesta”. Capdevila ha lamentado la “falta de sensibilidad” de la Conferencia Episcopal Española y ha recordado también los “distintos acentos” en la Iglesia catalana. Por eso, añade, reclama en la carta una “orientación” al Papa sobre la prisión preventiva. “El criterio sobre los presos debería ser universal”, concluye.
Nacido en Martorell en 1965, Capdevila es veterinario de profesión y es un recién llegado a la primera línea política. De ideología democristiana, se sumó a las listas de ERC en las elecciones generales de 2016, en el número 5 y como independiente, después de una trayectoria como militante de Unió, partido del que se desvinculó en 2009 por desavenencias con la anterior dirección.