La sociedad pampeana toda y en especial la santarroseña, se ha visto conmovida por las declaraciones reivindicativas de la última dictadura militar y de su principal figura, el ex general Jorge Rafael Videla. Este asesino convicto y confeso (recientemente admitió ante un periodista que llevó a cabo un plan de terrorismo de Estado, desapariciones y muertes incluidas) se vio alabado por una frase laudatoria publicada en una red social, frase que a esta altura ya conoce todo el país.
Cuando se trata de temas tan espinosos y controversiales suele ser frecuente en la Iglesia esa actitud de hermetismo y silencio, posiblemente apuntando a su dilución en el tiempo. Es una vieja táctica y los ejemplos se han dado en todo el mundo. Es de esperar que en esta pequeña comunidad pampeana, por respeto a la propia grey, tan lamentable episodio no se quede solamente en algún tirón de orejas al imprudente, el candado en la puerta de la capilla donde oficiaba y un eventual traslado, apelando al olvido.