El antiguo Valle de los Caídos será redefinido por una propuesta de ideas que tendrá lugar a finales de este año, eligiendo el proyecto ganador a mediados de 2025 con el objetivo de que se respeten los valores constitucionales y democráticos.
El Gobierno tiene previsto convocar a finales de este año un concurso internacional de ideas para «resignificar» el Valle de Cuelgamuros, con el objetivo de explicar a la ciudadanía las circunstancias de la construcción de este monumento franquista, que alberga la mayor fosa común de España.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, manifestó el viernes al Vaticano tras reunirse con el papa Francisco su «absoluta» disposición para colaborar en la «resignificación» del Valle de Cuelgamuros, concebido por el dictador Francisco Franco en 1940 como un gran monumento en recuerdo a las víctimas de la Guerra Civil y donde estuvo enterrado el propio Franco y el fundador del partido fascista Falange Española, José Antonio Primo de Rivera.
Fuentes del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática han informado a EFE de que la intención del Gobierno es convocar a finales de año el concurso internacional de ideas para «resignificar» el Valle y elegir el proyecto ganador a mediados de 2025.
Una Comisión Interministerial integrada por ocho ministros del Gobierno trabaja desde el pasado mes de junio para impulsar y coordinar las medidas para convertir el Valle de Cuelgamuros (antiguo valle de los Caídos) en un centro de interpretación que fomente los valores constitucionales y democráticos.
Uno de sus objetivos es fijar la convocatoria del concurso de ideas, pero también impulsar un real decreto que establezca el marco jurídico aplicable al Valle de Cuelgamuros y determine su organización, funcionamiento y régimen patrimonial, en aplicación de la ley de memoria democrática.
Este real decreto hará efectiva la extinción de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, encargada originalmente de la gestión del Valle, lo que en la práctica supondrá la salida de los monjes benedictinos que residen allí y gestionan actualmente de la abadía, la hospedería y la escolanía.
No obstante, fuentes del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática señalan que esta salida debe hacerse de forma ordenada y consensuada con otros interlocutores de la Iglesia católica, entre ellos el Arzobispado de Madrid.
Sobre la gran cruz de piedra de 150 metros de altura, uno de los elementos más destacados del conjunto, estas mismas fuentes subrayan que nunca han sido partidarios de que desaparezca, ya que simboliza lo que significó este lugar, y dan por hecho que seguirá adelante tras el concurso de ideas.
El Valle seguirá siendo tras su resignificación un lugar de enterramiento, ya que la ley de memoria democrática le da la categoría de cementerio civil a las criptas adyacentes en la basílica, donde hay más de 33.000 cuerpos traídos de distintos puntos de España tras la Guerra Civil.
Los trabajos para exhumar a las 170 víctimas del Valle reclamadas por sus familiares siguen en marcha, de las cuales once ya han sido inidentificadas y otras cinco están a punto de serlo en este enclave.
Alrededor de 20.000 presos políticos trabajaron en la construcción del Valle, ubicado en el termino municipal de San Lorenzo de El Escorial, a 58 kilómetros de Madrid, y que fue inaugurado oficialmente el 1 de abril de 1959.