A Rafapal le acompañará Miguel Jara, colaborador de la revista Discovery DSalud, el Más Allá de la medicina, creyente también en la conspiración de los chemtrails, en la hipersensibilidad electromagnética y en que los científicos nos están ocultando los efectos nocivos de las radiaciones de los electrodomésticos y los móviles, que hablará de "Los peligros del negocio farmacéutico". Alfredo Embid, acupuntor y coordinador de la Asociación de Medicinas Complementarias, será el portavoz de los negacionistas del sida, de quienes dicen que el VIH no es el causante de la enfermedad. Para él, se trata de un virus inofensivo y, en realidad, la causa del mal que llamamos sida es el abuso de medicamentos. Y de "La nueva medicina y el doctor Hamer" hablará el médico Fermín Moriano, discípulo del curandero alemán y para quien "la epilepsia es la fase de solución de un conflicto"; "el sida no lo produce un virus" porque "un virus no puede producir ninguna enfermedad mortal"; no hay ni un tumor cerebral maligno porque no son cáncer, sino fases de curación… Hay otros conferenciantes en esta asamblea de conspiranoicos e igual alguno es sensato, pero la presencia de los cuatro citados me hace dudarlo seriamente.
La entrada al Congreso de la verdad en el mundo de la salud cuesta 50 euros, y su celebración en un colegio mayor de la Universidad de Barcelona demuestra, una vez más, la ligereza con que algunas autoridades académicas ceden el uso de sus locales a cambio de cuatro euros. Que antivacunas, conspiranoicos del sida y discípulos de charlatanes como Geerd Ryke Hamer difundan sus disparates en un foro universitario es un insulto a la inteligencia. Si hubiera estudiado en la Universidad de Barcelona, me avergonzaría que el centro de enseñanza en el que hice la carrera acoja un acto en el que se da pábulo a peligrosos disparates anticientíficos como los citados. ¡Qué vergüenza!