El Colegio Mercedes Marín del Solar de Providencia fue sancionado por la Superintendencia de Educación por obligar a un alumno de segundo básico a estar en clases de religión, a pesar de estar eximido del ramo.
Por su parte, la madre del afectado, Ursula Eggers, denunció un hostigamiento hacia su hijo por estar eximido del ramo, asegurando que «lo obligaron a confeccionar una lista con los nombres de los niños que se portaban mal en clases, lo que generó el rechazo de sus compañeros».
Según informó la institución fiscalizadora, el establecimiento “no respeta la libertad de conciencia y/o convicciones religiosas y tampoco aplica correctamente las medidas establecidas en el Reglamento Interno”.
Junto con ello, no respetó la normativa que exige respeto “por la libertad personal y de conciencia, como también las convicciones religiosas, ideológicas y culturales”.
Por su parte, la madre del afectado, Ursula Eggers, denunció un hostigamiento hacia su hijo por estar eximido de religión, asegurando que “lo obligaron a confeccionar una lista con los nombres de los niños que se portaban mal en clases, lo que generó el rechazo de sus compañeros”.
“Los docentes acosaban a mi hijo cuestionando el hecho de que estuviera eximido del curso de religión, seguía llegando a la casa con tareileas del curso y dado que exigí al colegio que se cumpliera la eximición de mi hijo, el director consideró que existía un conflicto y lo interrogó a puertas cerradas”, agregó a Emol.
De este modo, el Colegio Mercedes Marín del Solar deberá pagar una multa de 54 UTM, aunque el establecimiento presentó un recurso de reclamación, que actualmente está en proceso de tramitación.
En tanto, desde el Mineduc dejaron en claro que en caso que los apoderados soliciten la eximición de su pupilo de religión, la escuela deberá “arbitrar medidas para que él o los estudiantes correspondientes destinen dicho tiempo en actividades sistemáticas y regulares de estudio personal o grupal dirigido y supervisado”.
La familia afectada fue ayudada por el concejal de la comuna de Providencia Jaime Parada, quien se encargó de trasladar a su hijo a un nuevo establecimiento. Y fue apoyada por el departamento jurídico de la Fundación Sociedad Atea Chile.