En la entrada del Centro de Salud Juncal en Torrejón de Ardoz (Madrid) han instalado junto a la entrada un nacimiento de Jesús como si un centro sanitario fuese lugar para el culto religioso, y más aún, cuando debe atender a personas de todas las convicciones y creencias.
El belén se ha instalado en una mesa del área administrativa que sirve el resto del año para la exposición de folletos informativos, relativos a vacunaciones, atención a mujeres maltratadas, y otras cuestiones relacionadas con la Sanidad Pública. En esta época del año, los pacientes también suelen usarla para dejar caer las recetas que les han expedido u otras pertenencias, mientras se ponen sus prendas de abrigo antes de salir de nuevo a las frías calles de la localidad, especialmente las personas mayores.
Pero mientras duren estas festividades cristianas ni podrá utilizarse como se venía haciendo, ni se habilitará ninguna otra.
Seguro que nadie admitiría que durante el mes del Ramadán se instalasen alfombrillas para que los musulmanes pudiesen realizar sus oraciones durante sus festividades, y deben hacerlo en sus casas o en sus mezquitas. Por las mismas razones quienes quieran venerar el nacimiento de Cristo que instalen todos los nacimientos o belenes que quieran, pero en sus casas y en sus iglesias.
Un centro escolar, sanitario, administrativo,… no es lugar para la religión, sea la que sea. Son espacios para la ciudadanía, que respeta las creencias y convicciones que cada cual tenga, pero que no utilice el espacio de todos para expresar las suyas particulares. Se vulnera así la aconfesionalidad del Estado, que no debe privilegiar ninguna opción particular, ni confundir las funciones públicas con las religiosas, y la libertad de conciencia de quienes tienen otras creencias o convicciones.