Un jurado declara culpable al secretario de la archidiócesis de Filadelfia por poner en riesgo a los menores al no apartar de sus destinos a curas pederastas
Monseñor William Lynn, sacerdote de la archidiócesis de Filadelfia, se ha convertido en el primer alto cargo de la Iglesia católica de Estados Unidos en ser condenado por un caso relacionado con abusos de menores. A Lynn se le ha declarado culpable de por poner en peligro la salud menores de edad al no apartar de su destino a curas acusados de pederastia y permitir que continuaran en contacto con los niños. El prelado ha sido absuelto de los otro cargo similar y de conspirar para poner en riesgo la salud de menores. El sacerdote, que se enfrentaba a un total de 27 años años de prisión, finalmente cumplirá hasta un máximo de siete, según señalan varios analistas.
El juicio contra el eclesiástico comenzó hace tres meses y el jurado ha tardado 13 días en llegar a un veredicto. Los hechos por los que se acusa a Lynn se remontan a 1992, cuando ocupaba el cargo de secretario de la archidiócesis y tenía la tarea de asignar el destino de los sacerdotes pertenecientes a ésta. Ese año un feligrés acusó a uno de los curas, Edward Avery, de haber cometido abusos contra él entre 1970 y 1980. Tras acudir a una terapia, y desoyendo las órdenes de los médicos que recomendaron que se mantuviera alejado de los menores, Lynn envió a Avery a un colegio parroquial. En 1999, fue acusado nuevamente, de abusar brutalmente de un menor de 10 años ,delito del que se ha declarado culpable. Por la misma época, otro de los curas de la parroquia, James Brennan -que se ha sentado con Lynn en el banquillo-, también fue acusado de abusos sexuales. El secretario, no abrió ninguna investigación y solo se limitó a destinar a Brennan a otro Estado.
Monseñor Lynn siempre alegó ser inocente y culpó al cardenal, Anthony Bevilacqua -fallecido el año pasado-, de ser el responsable de no apartar a los curas sospechosos de pedofilia de sus puestos. La archidiócesis de Filadelfia, la sexta más grande EE UU, ha sido una de las más afectadas por las acusaciones de abusos sexuales a menores por parte de sus miembros. El 4 de mayo el arzobispo de Filadelfia apartó del sacerdocio a cinco de los 26 curas que fueron suspendidos de sus funciones en marzo de 2011, tras hacerse público el informe del gran jurado en el que se acusaba a Lynn de mantener en sus puesto a ministros de la iglesia sospechosos de abusar a menores. En los dos últimos años la archidiócesis ha gastado 11.600 millones de dólares en preparar este proceso y la defensa de Lynn.