El presidente tunecino Kais Saied ha amenazado al poder judicial, presionándolo para que aplique la prohibición de viajar a ciertos miembros de la judicatura. También ha criticado la redacción de la Constitución, concretamente el artículo sexto, que trata de la libertad religiosa.
Esto se produjo después de que condenara la decisión de poner en libertad a una jueza tras ser detenida recientemente sólo por poseer una gran suma de dinero.
Saied anunció: «¿Cómo la han dejado en libertad cuando tenía una suma de dinero tan importante en su poder? No hemos intervenido en ningún momento en el poder judicial, pero tiene que asumir su responsabilidad. O se hace a tiempo y con la historia, o quien se confabule con estos tendrá la responsabilidad».
Subrayó: «Algunos tienen suficiente dinero para enriquecer a los tunecinos. Aunque sospecho que algunos individuos, para los que no se ha emitido ninguna orden judicial, están implicados. A pesar de ello, se les ha permitido viajar al extranjero».
«Puedo ordenar el cierre de las fronteras. Pero el asunto tiene que ver con los intereses de los tunecinos y los puentes destinados a la entrada de ayuda médica, vacunas y condensadores de oxígeno», añadió.
Críticas a la redacción de la Constitución
Saied también criticó la redacción de la Constitución tunecina, refiriéndose concretamente al artículo sexto. Lo hizo durante una reunión con el ministro de Asuntos Sociales, Mohamed Trabelsi.
Saied expresó: «La Constitución se ha repartido. Se escribe un capítulo para cada individuo según su propio estado de ánimo. En cuanto al artículo 6, si todos los tribunales constitucionales del mundo se reúnen, nunca podrán aplicarlo. Nosotros aplicamos la Constitución, y el artículo 80 me da derecho a tomar estas medidas porque el Estado tunecino se enfrenta a una amenaza».
El artículo 6 señala: «El Estado es el guardián de la religión. Garantiza la libertad de conciencia y de creencia, el libre ejercicio de las prácticas religiosas y la neutralidad de las mezquitas y lugares de culto frente a toda instrumentalización partidista. El Estado se compromete a difundir los valores de la moderación y la tolerancia y la protección de lo sagrado, así como la prohibición de toda violación de los mismos. Se compromete igualmente a prohibir y luchar contra los llamamientos al takfir y la incitación a la violencia y al odio».
Saied añadió que toma las decisiones por su cuenta, basándose en su convicción y no en «equilibrios ilusorios», como dijo. Continuó diciendo: «Hay quienes desean que el Estado esté ausente para que un grupo de individuos roben al pueblo tunecino. Esos individuos no tienen ninguna posibilidad en el futuro».
El 25 de julio, el presidente tunecino suspendió el Parlamento y la inmunidad de todos sus miembros. También destituyó al primer ministro, Hichem Mechichi, en una medida considerada como un golpe de estado contra la Constitución y la democracia en el país.
Saied aún no ha nombrado un nuevo primer ministro y no ha anunciado ninguna medida para poner fin al estado de emergencia. No ha compartido ningún plan para el próximo periodo, ni ha esbozado una hoja de ruta. En cambio, se ha burlado de quienes se lo exigían, bromeando con que tendría que buscar el mapa en un libro de texto de geografía.