La excarcelación de los islamistas ha coincidido con el 19º aniversario de la llegada al poder de Ben Ali, celebrada ayer en Túnez. En un discurso conmemorativo, el Jefe del Estado tunecino reafirmó las opciones laicas, liberales y democráticas del régimen. Hablando de los valores de la identidad arabo-musulmana del país, el presidente los definió como "los de la moderación, del justo medio y del Ijtihad", una forma de reformismo en el campo religioso musulmán, al tiempo que condenó sin paliativos "la violencia, el extremismo y la propagación del odio y la discordia”.
El abogado Ali Ben Aun, miembro de la Asociación Internacional de Apoyo a los Prisioneros Políticos en Túnez, organización no reconocida ni autorizada por el régimen, estima que aún quedan varios centenares de presos pertencientes al movimiento Ennahda que podrian ser liberados próximamente. Este movimiento fue el pionero en el Maghreb de los grupos islamistas, antecesor del Frente Islámico de Salvación argelino. Ennahda intentó a finales de los años ochenta protagonizar un levantamiento político-militar con la intención de fundar un Estado islámico en Túnez, abortado gracias a la intervención militar dirigida por el general Ben Ali, entonces Jefe de los servicios de seguridad del país.
En su discurso de ayer, Ben Ali hizo un llamamiento especial a las mujeres tunecinas a movilizarse “contra las corrientes reaccionarias y oscurantistas que pretenden acabar con sus conquistas y volver a la situación del pasado”. La sociedad tunecina es, posiblemente, la más laica de todo el mundo árabe, y toma como modelo para su desarrollo los valores de la democracia, la Justicia y la libertad en Europa. La igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres es una realidad en Túnez. Sin embargo en los últimos tiempos, se ha desarrollado "la moda islámica"con la proliferación en algunos barrios de clase media y en institutos y universidades, de la vestimenta importada de los países del Golfo y de Irán. El propio presidente hizo un llamamiento a las mujeres a oponerrse a dicha moda, “que no tiene nada que ver con nuestra historia.