Enviará un proyecto para que el 25 de noviembre se celebre ese día en las escuelas. Otro guiño a los evangelistas.
Mauricio Macri quiere hacer un nuevo guiño a los evangelistas tras recibir al pastor Luis Palau y buscará declarar el 25 de noviembre de cada año como “Día nacional de la Libertad Religiosa y de Conciencia”.
Semanas atrás, Macri había respondido a un pedido histórico de los evangélicos al avanzar en la redacción de un proyecto de ley que era reclamado por esa comunidad desde hace años. El proyecto de Macri deroga la obligatoriedad de inscripción en el Registro de Cultos para las colectividades religiosas, y facilita su obtención de la personería jurídica, actualizando así al nuevo Código Civil; una vieja legislación impuesta por la última dictadura militar.
Tras recibir a Palau, que es uno de los religiosos “new age” que rechaza el Papa Francisco, Macri enviará un proyecto de ley al Congreso para que el 25 de noviembre se incorpore en el calendario escolar para su celebración. La iniciativa recuerda la fecha en que la asamblea general de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en 1981 la “Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones”.
En la misma línea, se creó -en el ámbito de la secretaría de Culto de la Cancillería- la Dirección de Libertad y Diversidad Religiosa, y nombró como director a Omar Al Kaddour -de origen sirio- un licenciado en relaciones internacionales, que es miembro fundador del capítulo argentino del Consenso por la Paz Palestino Israelí (CAPPI) e integró el grupo argentino de diálogo interreligioso que viajó a ver al papa Francisco en 2014.
“La libertad de pensamiento, conciencia y religión no sólo implica que cada persona pueda tener una religión sino que también goza del derecho de manifestar la religión o las convicciones mediante el culto, la observancia, la práctica y al enseñanza, y que puede hacerlo en forma individual o colectiva, en público y privado”, dice el texto de la iniciativa que será enviado al Parlamento.
En cuanto a la nueva dirección creada en la Cancillería, se busca que sea un “área dinámica, desde la que se promueva la libertad de culto y el diálogo interreligioso, se ejecuten políticas, planes y programas operativos destinados a promover la libertad religiosa en Argentina como un derecho humano fundamental”, según explicaron a Télam fuentes oficiales.
En ese mismo marco, tal como ya anticipó Télam, el Gobierno viene trabajando un proyecto de ley de libertad religiosa que reemplazará una vieja legislación impuesta por la última dictadura cívico-militar y actualizará el nuevo Código Civil para facilitar a otras religiones la obtención de la personería jurídica.
“Se trata de un cambio normativo. Estamos avanzados en las consultas con los distintos cultos para tratar de sacar una ley de consenso y antes de que termine el año se tendrá el texto definitivo del proyecto”, indicaron las fuentes, que precisaron que la iniciativa será enviada el año próximo al Congreso.
Los ejes del anteproyecto son “pasar de la obligatoriedad a la voluntariedad de la inscripción legal, con el añadido de que la inscripción, en caso de hacerse, otorgue una personalidad jurídica especial a las instituciones religiosas, haciendo operativa la norma del nuevo Código Civil”.