Clérigos, políticos y grupos conservadores de la sociedad civil se han manifestado en contra.
Luego de que el pasado 14 de febrero, el alcalde de Zacatecas, Ulises Mejía Haro anunciara que a partir de entonces serían bienvenidos los matrimonios igualitarios pues lleva «un gobierno incluyente y progresista» que busca garantizar los derechos de todas las personas, las muestras de rechazo y odio por organizaciones e instituciones no se han hecho esperar.
Primero, el Obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, declaró que esperaba que esto «no fuera a costa del matrimonio que es entre hombre y mujer únicamente». Al mismo tiempo, el clérigo defendió a la familia formada por padre, madre e hijos como la única legítima ante los ojos de la Iglesia.
«Si se da (el matrimonio igualitario), que es la tendencia, mi postura es la postura de la iglesia, que no por un decreto se va a cambiar la naturaleza humana, me parece demasiado riesgoso», concluyó.
Por otro lado, el Frente Nacional por la Familia no perdió oportunidad para manifestarse al respecto e igual que en otras ocasiones, defendieron como principal argumento «la familia tradicional» y el derecho a la vida.
Pero ahí no paró la situación. El pasado 19 de febrero, Alejandro Tello, gobernador del Estado se declaró abiertamente en contra de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y declaró que esta es una decisión que «los legisladores deben determinar»
«Es un tema bien delicado y controversial. En lo personal yo no comparto, pero de ahí, en cuanto a mi postura de gobernador, tiene que haber un apego a la ley y creo que tenemos que ser muy cautelosos», declaró ante diversos medios de comunicación.
Declaraciones que incitan al odio
Por su parte, activistas de la sociedad civil ha mostrado su preocupación por las declaraciones en contra del matrimonio igualitario, pues consideran que incitan al odio hacia las personas LGBTI.
Paz Barrón Delgado, representante de Eclipse Lésbico Zacatecas, resaltó que dichas declaraciones son discriminatorias e incitan a la violencia pues los modelos de familia están cambiando y “descalificarlas es incitar a la violencia. Lo que es grave porque la discriminación no tiene justificación”.
La activista también contó que ya se tiene conocimiento de que al menos dos parejas de mujeres están preparando lo necesario para poder casarse pronto.
