La muerte no es el final, tampoco para la justicia alemana, que ya advirtió a la muerte de Benedicto XVI que el deceso no acababa con la causa mientras existiesen herederos. Pero el tribunal que juzga el caso en el que Ratzinger es acusado de encubrir a un abusador ha decido, al menos, suspender el proceso.
El Tribunal Regional de Traunstein, en Baviera (Alemania), ha suspendido de forma provisional el proceso judicial en el que había solicitado la declaración del recientemente fallecido papa emérito Benedicto XVI por una demanda presentada por un hombre que sufrió abusos de un sacerdote que presuntamente fue encubierto por el entonces arzobispo Ratzinger de Munich-Frisinga.
El despacho de abogados que representa a Benedicto XVI ha solicitado la suspensión del procedimiento hasta que se determine a un sucesor legal, según ha confirmado este martes un portavoz del tribunal. Así, los procesos contra los otros dirigentes eclesiásticos acusados siguen su curso.