Poco antes de partir hacia Sudán del Sur, viaje previsto para el día 3 de febrero, el Papa dijo en una célebre entrevista que “la homosexualidad es un pecado, no un delito”. La homosexualidad, como condición, no es un pecado. Y precisamente en el país que va a visitar sí es un delito.
Sí, el Sudán del Sur que va a visitar esta semana el Papa castiga la homosexualidad con una pena de hasta 15 años de prisión. Y sus anfitriones, que evidentemente han tenido acceso a las palabras del Papa en la citada entrevista con Associated Press, han reaccionado a las mismas de manera tajante.
en una conferencia de prensa posterior a una reunión de gabinete encabezada por el presidente Salva Kiir, el ministro de Información, Michael Makuei Lueth, hizo las siguientes declaraciones: “Si viene aquí y nos dice que el matrimonio entre personas del mismo sexo, la homosexualidad es legal, diremos que no”.