En India acusan al gurú de asociación con la ultraderecha nacionalista y violenta. Su visita a la Argentina, sostenida desde el Grupo Clarín, fue antes que nada una vasta operación publicitaria del PRO y De la Sota.
En el entusiasmo por dar con los peores pecados del buenazo de Sri Sri Ravi Shankar, en estos días las páginas de internet ardieron. La peor acusación fue la siguiente: el gurú a quien el PRO y el compañero José Manuel de la Sota usaron como herramienta de campaña no sería un mensajero del amor universal, sino socio de movimientos a la vez nacionalistas y terroristas de la India. Las cosas no son exactamente así de nítidas. Pero sí es cierto que las relaciones de Sri Sri (Señor, Señor) con la política y el poder económico de la India parecen muy escasamente recomendables. En lo que hace a sus vínculos con la política y el poder en la Argentina, pasa algo parecido, aunque con modos más suaves. No se trata sólo del PRO, del gobernador cordobés y de los nexos con fundaciones de perfil conservador, sino del despliegue de una inmensa campaña publicitaria para la que se necesitaron enormes recursos. Entre otros, los que aportan diversas patas del Grupo Clarín, que tuvo activa participación en visitas anteriores del hombre que enseña a respirar.
La versión local sobre los lazos entre Shankar y cierta ultraderecha de la India parece haber nacido de una entrevista que concedió el sociólogo Gabriel Puricelli. Recortada y exacerbada, se publicó que Shankar estaría ligado a una antigua organización paramilitar de la India, la Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS). De allí se pasó a mentar al gurú como cómplice de 2.000 asesinatos de musulmanes cometidos en 2002. Además, por extrapolación histórica, se lo llamó “asesino de Gandhi” (el Mahatma fue muerto por un ultraderechista). Alcanza con decir, aquí , que en un comentario académico de Puricelli sobre un conocido libro de un periodista inglés se alude a esos vínculos sin tildar exactamente a Shankar de criminal. Lo que sí reiteró Puricelli a Miradas al Sur es que recientemente Sri Sri participó de foros de discusión promovidos por el RSS, que efectivamente es un vasto movimiento que nació imitando modelos fascistas europeos en los años ’30 del siglo pasado, absolutamente agresivo con las minorías, que se organiza y caracteriza no sólo por las prácticas paramilitares violentas sino por saludos de tipo mussoliniano.
El ravi en casa. En estos días, los periodistas hemos fatigado Wikipedia para ver qué se dice allí sobre Sri Sri. Salta entonces algún déficit de la célebre ciberenciclopedia porque lo que se dice, al menos en la versión castellana, parece un espacio promocional. Un ejemplo es la línea milagrosa que asegura que a la edad de cuatro años Sri Sri podía recitar el Bhagavad Gita de memoria. Lo llamativo de la biografía virtual es la cantidad de información que proviene del diario La Nación. Con lo que nos introducimos al modo en que Ravi Shankar es presentado en nuestro país.
Ya en una de sus visitas anteriores, la de 2009, la venida de Shankar había sido promocionada no sólo por la filial local de su propia fundación, El Arte de Vivir, sino por el suplemento Buena Vida deClarín. Uno de los promotores de la visita de Sri Sri es el presidente de la fundación El Arte de Vivir en Argentina, Esteban Coll, quien fue gerente de marcas de Molinos Río de la Plata y Marketing Manager deClarín/ AGEA entre 1998 y 2003. La legisladora Delia Bisutti mencionó también a Coll como asesor de Cablevisión. El largo brazo de Clarín, enredado con los otros brazos de precandidatos presidenciales opositores, llegó incluso a Córdoba. La visita de Sri Sri a la capital cordobesa, donde fue nombrado ciudadano ilustre por José Manuel de la Sota, fue también esponsoreada por La Voz del Interior y radio Mitre, de la escudería del Grupo.
En la visita de 2009, La Nación sinceró que los vínculos PRO con Sri Sri eran parte de una de tantas estrategias comunicacionales de Jaime Durán Barba. Decía entonces el ecuatoriano con su cinismo conocido: “Si antes estaba bien visto ser cazador, hoy lo que da prestigio es ser ecologista”. Lo mismo sucede con las buenas ondas, los globos de colores, o Buenos Aires Ciudad del Amor. Los vínculos del macrismo llegaron incluso a la gestión: en 2008 se firmaron convenios para que la fundación El Arte de Vivir “espiritualzara” a los integrantes de la Metropolitana. El año pasado, docentes de escuelas porteñas denunciaron que fueron obligados a “capacitarse” en las técnicas Sri Sri… para colmo pagando 120 pesos por cabeza. Todo según un convenio firmado en 2008 entre la fundación El Arte de Vivir y el Gobierno porteño.
Meditación montonera. Quienes formatearon la edición 2012 de la visita del gurú fueron una vez más integrantes de los equipos de comunicación del PRO, desde principios de año. Las instrucciones al respecto llegaron a las reuniones de gabinete. Quien ocupó un lugar particularmente interesante en el armado de la visita es un ex legislador PRO poco conocido pero movedizo, Avelino Tamargo. Él mismo explicó alguna vez que llegó a la política de la mano del ex funcionario menemista y kirchnerista Gustavo Béliz. Con Béliz, Tamargo estuvo al frente de un efímero Programa Nacional Anti Impunidad. Entre 2005 y 2007 participó de las campañas electorales macristas. Por aquellos años recibió denuncias ya sea de maltrato contra mujeres (hasta Nazarena Vélez lo denunció por un presunto apriete) como de tráfico de influencias. Todavía hoy puede verse en la Red su blog personal, presentado con una suerte de diseño señalético, en color amarillo intenso. Allí promociona dos libros de su presunta autoría. Uno de ellos se titula Cómo pasar de la partidocracia a la democracia. Caray, “partidocracia” es una añeja expresión antiliberal que se empleaba asiduamente en los documentos de discusión de Montoneros.
Se gratificará. La organización del amigo Sri Sri asegura tener presencia en 151 países. La capital del imperio está en Bangalore, en un predio de más de 40 hectáreas que contiene una zona residencial, lago artificial, ashram de-luxe, grandes comedores, cibercafés, la sede de una emisora radial que transmite por satélite. Buena parte de las rupias ingresan por la venta de merchandising: discos, libros, cremas bronceadoras, champúes, medicinas.
Ligado a las clases pudientes de la India y de muchos países del resto del mundo, dicen los detractores de Sri Sri que amén de aportar cero novedad a las técnicas milenarias del yoga, lo que hace la fundación El Arte de Vivir es enseñar a enriquecerse sin culpas. Es decir, que si siglos atrás un príncipe pagaba sus pecados mediante una oportuna bula papal, hoy alcanza con respirar cerca de un gurú glamoroso. Lo demás son transformaciones culturales interesantes. Que permiten que, por ejemplo, en el PRO confluyan las creencias de católicos militantes, las de la ex diputada evangélica Cinthia Hotton, pero que predomine finalmente el pragmatismo del buen emprendedor capitalista. Es un poco lo que dice una de las organizaciones que siguen a Sri Sri: “Cuanta más gratificación obtenemos, más bendiciones recibimos: emocionalmente, espiritualmente, financieramente” (ver infiniteskies2010.blogspot.com).
No por nada Sri Sri es hijo de un alto ejecutivo de la industria automotriz y fue invitado de honor en el Foro Económico Mundial en Davos. Claro que desde ciertas ortodoxias hay quienes se irritan. Es el caso de un sacerdote español del Opus Dei, Julio de la Vega-Hazas Ramírez, un hombre de buena formación católica que batalla con la cruz contra las sectas. Dice Don Julio, tras gastar largamente a Sri Sri, que en este mundo “no debe extrañar que proliferen charlatanes, farsantes y vendedores de ‘elixires’ milagrosos”. Añade este otro amigo nuestro del Opus y teólogo otra acusación: “En la India, más de uno señala a Ravi Shankar como vendedor de ‘jarabe de yoga’”.
India: relaciones peligrosas
La globalización de la India fue buena para los dioses.” La definición pertenece a Meera Nanda, una académica de Delhi, que en The God Market (El dios Mercado) analiza cómo la globalización enriqueció la India, la hizo más materialista y cómo se politizó la nueva religiosidad. Con ella coinciden otros especialistas. William Dalrymple, corresponsal del New Statesman’s en el sur de Asia, cuenta que el auge de nuevos fenómenos religiosos incluye situaciones dramáticas como el incremento de los sacrificios rituales con fuego, campos de yoga y templos diseñados para el turismo, donaciones estatales para la construcción de esos templos. Plegarias de masas y sacrificios suelen ser parte constitutiva de las campañas políticas. Y aunque esas prácticas no son exclusivas de un partido, aquí entra a tallar tanto la ultraderecha de Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS, puede traducirse como Organización Nacional de Voluntarios), y su brazo político, el Bharatiya Janata Party (BJP, Partido del Pueblo Indio), como la figura de Ravi Shankar.
Quien asoció a Shankar con el RSS y el BJP en Argentina fue el sociólogo Gabriel Puricelli a través de una recensión de un libro del periodista Edward Luce, quien durante cinco años fue corresponsal del Financial Times en India. En el capítulo cuatro de In Spite of the Gods: the Strange Rise of India, cuenta Puricelli, Luce explica de qué modo el desarrollo del “RSS le permite ejercer influencia en los sectores más diversos y traerse para sí a personas influyentes en comunidades como la científica o en áreas comerciales no tradicionales como la que explotan gurúes de la meditación como Sri Sri Ravi Shankar. Luce cuenta una visita a la Fundación del Arte de Vivir que encabeza Shankar y que promueve el uso de la meditación, entre otras cosas, para mejorar las habilidades en los negocios y para vivir sin culpa el enriquecimiento material personal”. Luce presenta a Shankar como uno de tantos gurúes indios, muy similares a los pastores evangélicos estadounidenses también asociados al ultraconservadurismo. En la comparación tampoco está solo. Lo mismo dice Meera Nanda y muchos otros.
The Times of India publicó a fines de octubre pasado que Digvijaya Singh, un líder del Partido del Congreso Nacional, denunció a Ravi Shankar como agente del BJP-RSS. Singh añadió que Shankar podría ser algo así como “el candidato C” de la RSS-BJP en una lista en la que lo preceden otros políticos. La acusación es más que llamativa si se contrasta el mensaje amoroso de Shankar y las prácticas violentas de la RSS, que representa a un ancho espectro de la opinión pública de derecha, desde defensores a ultranza del libre mercado a ultranacionalistas que creen que la India debería ser una nación puramente hindú, por lo que las minorías, además de inferiores, resultan peligrosas.
Amor por derecha
Por Exequiel Siddig. En la India, Sri Sri Ravi Shankar recibió denuncias por relacionarse con la ultraderecha nacionalista, racista y violenta, creada en los años ’30 del siglo pasado a imagen y semejanza de los fascismos europeos. Su visita a la Argentina fue parte de un vasto operativo comunicacional del PRO, que irradió hasta la Córdoba gobernada por José Manuel de la Sota, y que contó con el auspicio y los recursos del Grupo Clarín, que lo llamó “El Elegido”. La apuesta incluyó la habitual foto de Mauricio Macri como modo de hacer política, esta vez con el santón marketinero. Al día siguiente, el jefe de Gobierno reprodujo la misma escena con el gobernador cordobés en el partido de la Selección Nacional contra Paraguay. La idea nuevamente consiste en mostrar una derecha glamorosa, de buenas ondas, incluso espiritual, contrapuesta a la supuesta “crispación” del kirchnerismo.
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