Agentes de la Policía Nacional han identificado a los componentes del proyecto Yeguada Latinoamericana cuando se encontraban frente a la iglesia de la Virgen de la Luz
Arte, provocación, protesta, irreverencia o exhibicionismo son distintas versiones de lo que este lunes ha sorprendido a la ciudad de Cuenca, con la catedral y la iglesia Virgen de la Luz como telón de fondo, y que ha terminado con la Policía Nacional identificando a sus protagonistas.
Y es que la iconografía propuesta, una mujer ataviada cual virgen -manto, cetro y corona incluidos-, acompañada por otras cinco personas con una cola de yegua adherida a las nalgas, mostrando estas a cámara, no han dejado indiferentes ni a conquenses ni a visitantes.
Una performance de la artista chilena Cheril Linett, que con su proyecto Yeguada Latinoamericana se encuentra desde hace unos días inmersa en una residencia artística en la provincia de Cuenca, concretamente en el espacio de creación Kárstica que el Museo La Neomudéjar de Madrid y la Red de Centros Art House Spain tienen en la antigua estación de Cañada del Hoyo. Una residencia que cuenta con financiación del Fondo Nacional de Desarrollo Cultura y las Artes de Chile.
Nueve artistas componen este grupo que hoy ha sorprendido a la ciudad de Cuenca con esta propuesta que si bien ante la fachada de la catedral no ha dejado de ser fotografiada por quienes se encontraban por la zona, ante la iglesia de la Virgen de la Luz, en el barrio de san Antón, se han visto abordados por agentes de la policía, quienes habrían sido alertados sobre su presencia.
Agentes que habrían advertido a los integrantes del proyecto que no podían desarrollar la performance -y la correspondiente sesión fotográfica- en la calle al estar semidesudas y la posibilidad de que pudiera haber menores en la calle; explicaciones que han bastado para que los componentes del grupo, tras ser identificados por la Policía, hayan decidido marcharse.
Un acción que forma parte del proyecto emprendido hace cinco años por Cheril Linett, con el que a través de intervenciones en el espacio público se pretende “pervertir la memoria oficial de las instituciones y los símbolos del estado-nación”, trabajando para ello en la búsqueda de “nuevos imaginarios de protesta y micropolítica desde el cuerpo”, señalan en su carta de presentación.
Para ello, en cada creación tratan de “explorar el cuerpo estratégico de exceso y desborde, contra toda clausura y contra todo ideal”, en este caso el de la religión católica y las creencias marianas, a juzgar por los elementos elegidos para la puesta en escena.
Desde 2017, recoge su ficha de participación en Kárstica, se han producido 19 obras, “utilizando la cola de yegua adherida al ano como principal arma semiótica”.
Sus trabajos de fotografía y vídeo han dado la vuelta al mundo por su enfrentamiento a la autoridad y estar en contra de la violencia sexual y de género.
Hoy su propuesta con Cuenca como escenario se ha visto interrumpida por la llegada de los agentes, aunque son numerosas las instantáneas que circulan a través de las redes generando todo tipo de opiniones al respecto.