La ex directora de la institución religiosa alega ante el juez que no conservan archivos anteriores a 1992 porque las adopciones eran secretas y «se destruían»
Una quincena de mujeres afectadas por la causa de los «bebés robados» pidieron ayer a Sor Aurora Gallego, exdirectora de la Casa Cuna Santa Isabel de Valencia, que les permita el acceso a los archivos sobre adopciones realizadas por la institución en los últimos cuarenta años. Sor Aurora acudió ayer a declarar al juzgado de instrucción número 19 de Valencia, junto a la actual directora, Sor Pilar, por un supuesto delito contra la integridad moral de las personas instada, tras la denuncia presentado por el abogado Enrique Vila, adoptado en la Casa Cuna Santa Isabel y presidente de la Asociación SOS Bebés Robados.
Las afectadas aprovecharon el momento en el que declaraba Sor Pilar, la actual directora, para acercarse a religiosa y apelar a su conciencia para que les permita acceder a los archivos de la Casa Cuna. «Yo lo sé. Y me pongo en vuestra piel. Pero yo no he hecho ninguna adopción, gracias a Dios. Pero me comprometo a ayudaros en lo que pueda», respondió Sor Aurora a las afectadas, que le pidieron, insistentemente, el acceso a la documentación de adopciones. En algunos casos esta información es una cuestión de salud, ya que padecen enfermedades hereditarias o precisan un trasplante, y necesitan saber quiénes son sus padres biológicos, para conocer los antecedentes médicos, tal como explicaron a Sor Aurora. Las afectadas apelaron a la condición de la religiosa como «su segunda madre» e, incluso, a su conciencia. «Usted sólo encontrará la paz interna cuando diga la verdad», aseguró una víctima , a lo que Sor Aurora respondió: «Siempre digo la verdad y ya vivo en paz».
En el interior de la sala de vistas, las dos religiosas comparecieron ante el juez, pero se negaron a responder a las preguntas del abogado de la acusación, Enrique Vila. Una actitud que, según el letrado Carlos Verdú, se explica porque «se han visto tremendamente acosadas. Las han insultado, las han injuriado y las han llamado “monjas robaniños”». En el juzgado sí que explicaron, según Verdú, que en la Casa Cuna «no se realizan adopciones desde los años 80. Las adopciones de los años sesenta estaban sujetas a un secreto especial y las madres biológicas no podían acceder al Registro Civil. ¿Es tan raro pensar que esa información se destruyó? No se puede dar lo que no se tiene», explicó el letrado a Levante-EMV. Y añade que el acceso a la información «ya se concedió, tras ganar el procedimiento civil, pero nunca han ejecutado el acuerdo y han presentado una querella por la vía penal, porque es más mediática».
Por el contrario, el abogado Enrique Vila aseguró a Europa Press que la negativa de Sor Aurora a declarar es «una muestra clara de que tiene mucho que ocultar». Vila lamenta el «cinismo» y la «hipocresía» de Sor Aurora, quien llegó a decirle durante su declaración que le gustaría ayudarle a encontrar a su madre: «Me parece vergonzoso. Si quiere ayudarnos, que saque la documentación», reclamó Vila. También declaró ayer el hijo del letrado que tramitaba las adopciones de la Casa Cuna, Eduardo García Santandreu, que custodió los archivos sobre la institución. Para Vila, la declaración de este letrado también fue «vergonzosa» porque «nos dijo que no tiene datos, cuando nos consta que sí los tiene porque su padre los guardaba porque tramitaba las adopciones». Vila pedirá más testificales «para intentar contradecir las mentiras, demostrar que ocultan información y acabar con la humillación y la vergüenza de unas personas que impiden a 3.000 valencianos saber quién es nuestra madre biológica».
Peligra el título de «hija adoptiva»
El portavoz del grupo municipal Compromís en el Ayuntamiento y futuro alcalde de Valencia, Joan Ribó, acudió a las puertas de la Ciudad de la Justicia para apoyar la causa de los bebés robados. Ribó pidió a la Iglesia Católica que «haga todo lo posible y lo imposible para colaborar con la justicia, porque es su obligación». Según Ribó, «Sor Aurora también debe colaborar: Pedimos a las autoridades eclesiásticas que digan a sor Aurora que haga el favor de colaborar. No está por encima de la justicia. Es una ciudadana más y debe colaborar». Ribó indicó que «precautoriamente» van a pedir que se congelen las ayudas que recibe la Casa Cuna del ayuntamiento y la Diputación, así como los honores que recibe. Incluso se le podría retirar el título de Hija Adoptiva de Valencia.