Refugiados del norte de Malí relatan los horrores de la aplicación de la ley islámica
Durante la noche ejercen de contrabandistas pero durante el día se convierten en crueles talibanes. Los ciudadanos contra los que los terroristas aplican la ley islámica tienen la piel negra. Les amputan manos y pies por robar. "Es una forma de sembrar el terror entre la población local, pero también de cara al exterior, aunque no estén convencidos de lo que hacen. Y no entendemos por qué solo actúan contra los negros", manifestó el padre de uno de los muchachos. Los llamados "moros", por el momento, no han sufrido lapidaciones o flagelaciones públicas. La cacería es solo contra el negro.
El hijo de Diakote Shari se encuentra hospitalizado en Níger, donde está siendo atendido tras sufrir una hemorragia. Perdió el conocimiento cuando el cuchillo del inquisidor le cortó de un solo golpe la mano. "La vida de mi hijo cambió para siempre", cuenta el padre.
Militantes del grupo islamista Ansar Dine abandonan Tombuctú tras amputar una mano en público a un joven por robar arroz. AP
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