La activista y periodista afgana critica la lectura talibán de la cultura y la religión: “No podemos estar de acuerdo con que sus creencias sobre las mujeres tienen raíces religiosas o culturales, ya que esto va en contra del principio básico de educación y aprendizaje de la religión”
Las mujeres afganas siguen privadas de sus derechos humanos y civiles básicos. Los talibanes han prohibido que las niñas vayan a la escuela secundaria, al instituto y a la universidad, y también han vetado a las mujeres en la mayoría de los ámbitos laborales. Además, deben ir tapadas de pies a cabeza en público y no se les permite acceder a parques y gimnasios. A pesar de estas restricciones, las mujeres resisten, luchan por la igualdad y se oponen a la mentalidad regresiva y represiva de los talibanes.