Se trata del marido de la joven que fue multada por conducir con niqab
El Gobierno francés quiere retirar la nacionalidad francesa al marido de la mujer de 31 años que fue multada hace unas semanas por conducir con niqab, un velo integral que cubre por completo el cuerpo excepto los ojos. El ministro de Interior, Brice Hortefeux, denunció hace dos días que este individuo es un integrista islámico de nacionalidad francesa y origen argelino, polígamo con cuatro esposas, todas ellas cubiertas con niqab. Además, Hortefeux subrayó que este hombre hacía que cada una de sus mujeres solicitara por separado, como madres de familia solteras, los subsidios familiares para el total de sus 12 hijos.
La reacción del Ejecutivo galo llegó después de que Anne, la mujer que fue multada con 22 euros por un agente de circulación en la ciudad de Nantes, organizara una rueda de prensa para denunciar la "discriminación" de las autoridades francesas. A nadie escapa que la polémica llega en medio de un inminente proyecto de ley de prohibición general del burka y el niqab en espacios públicos, y ello pese a lo minúsculo de este fenómeno social. Según cifras oficiales, el velo integral es vestido por unas 2.000 mujeres en toda Francia, un 0,006% de la población femenina.
El país entero, por orden directa de Sarkozy, ha sido escudriñado desde el verano pasado por miles de agentes de la DCRI, la agencia de inteligencia interior encargada de detectar y contabilizar con lupa las mujeres que llevan velo integral. El caso es perfecto para alimentar el fantasma que los conservadores franceses intentan imponer.
Ayer, la secretaria nacional del PCF, Marie-Georges Buffet, denunció sin rodeos "una operación politiquera, y además de muy mal gusto porque sirve a los intereses de los integristas". El alcalde de Nantes, el socialista Jean-Marc Ayrault, fue más lejos al destacar que "la situación de ese hombre es conocida desde hace mucho tiempo por los servicios del Estado". "¿Por qué fingen haber descubierto la situación ahora?", se preguntó.