La pandemia ha incrementado la difusión de bulos en medios de comunicación y redes sociales, siendo las vacunas contra la Covid-19 el principal objetivo de los grupos antivacunas.
Una encuesta realizada por el Instituto #SaludsinBulos y Doctoralia, en colaboración con la Asociación Española de Vacunología (AEV) muestra cuáles han sido las principales fake news y por qué canales se han divulgado.
El bulo que los ciudadanos han encontrado con más frecuencia en redes sociales en el último año es la implantación de los microchips con las vacunas (53%), seguido de la modificación del ARN mensajero de nuestro ADN tras la inmunización (35%), y que las vacunas tienen grafeno y atraen los metales (33%) tal y como se muestra en el siguiente cuadro.
Además, el 77% de los entrevistados afirma conocer al menos alguno de los bulos sugeridos en la encuesta, bien por haberlo recibido personalmente o porque le ha llegado a través de un familiar o amigo.
Los bulos generados por los negacionistas derivaron en menores coberturas vacunales según demostraron distintas organizaciones sanitarias a lo largo de 2021.
El ‘Estudio Sobre Bulos en Vacunas’ realizado el pasado mes de marzo y en el que han participado 1.176 pacientes de todas España y de todas las edades, refleja que los principales canales de distribución de bulos han sido las redes sociales Whatsapp y Facebook y los medios de comunicación y en menor proporción Twitter, Instagram, You Tube y Telegram.
Ricardo Mariscal, responsable de Relaciones Institucionales de #SaludsinBulos advierte de que después de que Twitter, Facebook y You Tube hayan implementado medidas de control de los bulos, “lo que debe preocuparnos más ahora son canales emergentes como Telegram, donde se han refugiado los grupos antivacunas y en los que no hay ninguna clase de control»
Lo que debe preocuparnos más ahora son canales emergentes como Telegram donde se han refugiado los grupos antivacunas
La encuesta refleja que hasta un 45% de los entrevistados desconocía antes de la pandemia la existencia de los antivacunas que difundían informaciones falsas y un 58% señala a los profesionales y divulgadores sanitarios como los principales agentes para combatir las fake news.
De hecho, el 51% declara que acudió a fuentes científicas para consultar información sobre vacunas, un 43% lo hizo a través de los medios de comunicación, un 37% a través de plataformas especializadas, y un 27% vía redes sociales.
En el último año, hasta un 56% buscó en Internet información sobre las vacunas y 1 de cada 3 pacientes consultaron sus dudas con un especialista. No obstante, la mitad de los encuestados considera que la cantidad de información sobre vacunas que ha circulado durante la pandemia ha sido suficiente.
Las consultas más comunes realizadas a especialistas van desde la ‘seguridad de las vacunas’ (55%), a la ‘eficacia de las mismas’ (43%), o sobre ‘si es necesario vacunarse’ (33%).
El 69% asegura que el profesional de la salud le resolvió todas las dudas planteadas. Los responsables del estudio afirman que los bulos “son una realidad cada día más presente en las consultas de los especialistas”, informaciones falsas con un gran impacto que, en muchas ocasiones, “llegan a viralizarse provocando efectos colaterales”.
