La portavoz del Ayuntamiento de Madrid y el arzobispo Osoro se vieron hace unas semanas a petición de ella en un encuentro cordial
Maestre será juzgada el 18 de febrero acusada de herir los sentimientos religiosos en una protesta contra la capilla de la Complutense
El arzobispado, que no denunció los hechos, cree que sería beneficioso “pasar página” y no apoya la denuncia que puede costar un año de cárcel a la política
El arzobispado de Madrid no quiere que Rita Maestre sea condenada por la protesta en la capilla de Somosaguas, a la que la ahora portavoz del Ayuntamiento de Madrid entró con el torso desnudo para denunciar que la Universidad Complutense, pública, no debía tener una capilla religiosa. Y menos aún después de que, como ha podido confirmar eldiario.es, Maestre se reuniera hace unas semanas con el arzobispo Carlos Osoro para pedirle disculpas por los hechos, acontecidos hace ahora cinco años. La concejala de Ahora Madrid habrá de comparecer el próximo jueves acusada de herir los sentimientos religiosos. El fiscal ha pedido un año de prisión.
El encuentro se produjo en la sede del arzobispado de Madrid, a petición de la propia Maestre. En el mismo, tanto ella como Osoro mostraron su voluntad de dar carpetazo al asunto. Hay que recordar que el arzobispado de Madrid no es parte en la querella que presentó el partido de derecha ultracatólica Alternativa Española, ni parte tampoco en la denuncia presentada por el centro jurídico Tomás Moro, cercano a los postulados de la sociedad secreta El Yunque.
Fuentes de la diócesis consultadas por este diario confirmaron el encuentro y subrayaron que el arzobispo de Madrid se mostró muy cercano en todo momento, y que “perdonó” a Rita Maestre después de que esta le mostrara sus disculpas si se había sentido ofendido. “Si ella hubiera sabido lo importante que es para muchos lo que hay allí no habría actuado así”, señalan desde el arzobispado, y añaden que Osoro recordó que, aunque España es un Estado aconfesional, “se protege y ampara el hecho religioso, no solo en el ámbito privado, sino también en el público”. Algo que la protesta de hace cinco años quería precisamente denunciar.
La propia Rita Maestre reconocía esta semana, en una entrevista con El Mundo, que ya había pedido perdón “varias veces, tanto en el pleno del Ayuntamiento de Madrid como en los medios de comunicación” a los católicos que hubieran podido sentirse ofendidos, aunque recalcó que “habría participado en cualquier protesta que reivindicara la separación” entre el Estado y cualquier religión. Ahora sabemos que también ofreció sus disculpas al líder de la Iglesia católica madrileña. Fuentes episcopales han asegurado que la voluntad de Osoro, y así lo ha reiterado el propio arzobispo, es “pasar página”.
Buenas relaciones de Carmena y Osoro
La reunión se pudo producir gracias a la magnífica relación existente entre Carlos Osoro y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que ha acabado con la histórica tensión que había presidido la etapa del cardenal Rouco Varela al frente de la diócesis. Uno de los primeros gestos de Osoro al llegar a Madrid fue acabar con las concentraciones en defensa de la familia tradicional y contra los matrimonios gay que se llevaban a cabo en la capital de España -con el total apoyo de los gobiernos de Ruiz-Gallardón y Ana Botella- el último fin de semana de cada año.
La complicidad de Carmena y Osoro se ha comprobado en más de una ocasión. La última fue en Nochebuena, cuando el Ayuntamiento cedió sus instalaciones a la ONG Mensajeros de la Paz, presidida por el padre Ángel, para una cena de Navidad con 250 personas sin hogar. Tanto el arzobispo como la alcaldesa de Madrid compartieron mesa y mantel con los desfavorecidos. La propia Carmena, además, ha sido invitada al Vaticano y ha mostrado su aprecio tanto por Osoro como por el papa Francisco.
En todo caso, Maestre se enfrenta ahora a la petición de la Fiscalía de un año de cárcel y una pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo -es decir, presentarse como candidata- por un delito contra los sentimientos religiosos por el incidente ocurrido el 10 de marzo de 2011 en la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense. Según el escrito del Ministerio Público, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid entró en la capilla guiada “por el ánimo de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y de todo el colectivo católico”.
En cuanto a la petición del Centro Jurídico Tomás Moro, los abogados ultracatólicos insisten en que Rita Maestre “justifica la persecución de los católicos”, y piden la dimisión de la edil de Ahora Madrid por sus “actitudes de odio, rencor y violencia”.
El centro Tomás Moro cree que la portavoz municipal “está justificando la persecución de toda aquellas personas que exteriorizan sus creencias religiosas”. “El pueblo español ha de defender de forma contundente la libertad religiosa para evitar que las minorías ideologizadas que están ocupando las instituciones esclavicen la voluntad ciudadana haciendo uso de la violencia, el odio y el rencor y arrogándose en exclusiva la representación ciudadana”, aseguran los querellantes.