La Junta ha invertido 100.000 euros para sacar a la luz estas policromías
La Junta de Castilla y León ha restaurado las pinturas murales de la iglesia de Carbellino, en la provincia de Zamora, gracias a una inversión de 100.000 euros que también ha servido para eliminar las humedades del templo y reorganizar el sistema de alumbrado.
El delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, ha visitado este jueves dichas pinturas murales, acompañado por el alcalde del municipio, Benito Sánchez, y diversos técnicos del Servicio Territorial de Cultura, con el fin de comprobar los trabajos de rehabilitación que han servido para sacar a la luz estas policromías.
Las pinturas se encontraban ocultas en algunas zonas por restauraciones anteriores y encalados sucesivos que indirectamente las protegían. Los trabajos de rehabilitación de las pinturas han supuesto la consolidación y fijación de zonas de enyesado con falta de adherencia al muro mediante resinas y morteros, la nivelación y regularización de huecos y superficies y la aplicación de una capa de protección superficial.
Además, se ha realizado una reintegración cromática empleando témperas con pigmentos muy permanentes. Esta actuación se ha realizado en un tono más claro que el original para buscar la "homogeneidad" del conjunto, un "reto" dada la situación de partida. Posteriormente se ha aplicado una resina acrílica que sirve de protección. También se ha realizado el enyesado de ornamentaciones de los zócalos y las partes superiores donde no llega la policromía.
Previamente, con el fin de conocer el estado inicial, se procedió a la toma de muestras, a la realización de la planimetría y a la documentación fotográfica y se instalaron los andamiajes, así como iluminación artificial.
Además de la restauración de los murales, se ha realizado el tratamiento para frenar las humedades de infiltración, tanto en el interior como en el exterior. Para ello se han eliminado restos biológicos mediante el raspado y la aplicación de biocidas y se han limpiado y rejuntado las juntas de sillares con mortero de cal.
También se ha colocado una bandeja de plomo sobre la coronación de los contrafuertes para protegerlos de la lluvia y se ha ejecutado un foso interior estrecho paralelo al muro, que permite su ventilación, evitando acumulación de humedad por capilaridad y exceso de sales. Asimismo, se colocó papel japonés para proteger y consolidar temporalmente algunas zonas durante los trabajos.
En cuanto a la eliminación de elementos, se ha realizado una limpieza superficial de polvo y depósitos mediante brochas, pinceles y bisturís, se han retirado decoraciones de escasa calidad posteriores a la original y sin dañar esta, se eliminó el revoco de cal que ocultaba parte de la superficie y el exceso de sales solubles en aquellas zonas más afectadas por la humedad. Por último, se ha reorganizado el sistema de alumbrado, eliminando cableados sin uso y buscando que el resto pasen desapercibidos.
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