El presidente del Gobierno debatirá con las Comunidades después de la creación de la Subcomisión correspondiente del Congreso de los Diputados.
Parece un acuerdo imposible, pero Mariano Rajoy no ceja en su empeño por lograrlo, aunque sólo sea para vender la imagen de «diálogo» que pretende dar su nuevo Gobierno en minoría. Después de la prometida creación en el Congreso de la Subcomisión para el Pacto de Estado Social y Político por la Educación, el presidente lo llevará ahora a la Conferencia de Presidentes fechada para el próximo 17 de enero.
Si el ministro del ramo, Iñigo Méndez de Vigo, prometió en su día recuperar las relaciones rotas por su antecesor, José Ignacio Wert, con la comunidad educativa, ahora es el jefe del Ejecutivo quien, tras el éxito con los grupos parlamentarios, se ha comprometido a ganarse también a las Comunidades Autónomas.
Así lo han confirmado a Público fuentes de Moncloa, que afirman que la Educación será uno de los ejes centrales a debatir en dicha cita, más allá del asunto «estrella» de reunión: la financiación autonómica.
La Educación, de hecho, fue uno los puntos de «avance» que el miércoles formaron parte del «clima de entendimiento» entre Soraya Sáenz de Santamaría (vicepresidenta y ministra de Presidencia y para lar Administraciones Territoriales), Cristóbal Montoro (ministro de Hacienda y Función Pública) y los correspondientes consejeros autonómicos de Presidencia.
Según el Gobierno, la reunión de la Comisión Preparatoria de la Conferencia de Presidentes fue todo un éxito que esperan que se culmine con acuerdos concretos, cerrados y firmados el 17 de enero. De ser así, la cita dejaría de ser una mera declaración de intenciones para convertirse en un organismo útil de coordinación entre Estado y Autonomías.
No obstante, los pactos contarán con dos grandes ausencias. Ni el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; ni el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, acudirán a la cita, según han anunciado ambos. Catalunya y Euskadi tampoco estuvieron ayer en la preparatoria, cuestión que afearon las citadas fuentes: «Se han perdido mucho», sentenciaron.
Pese a ello, las relaciones entre PP y PNV no parecen preocupar en exceso al Ejecutivo porque, según Moncloa, van «bien», al menos, de cara las negociaciones de los futurosPresupuestos Generales del Estado para 2017. Puigdemont, en cambio, recibió más atención en forma de llamadas de Rajoy, según confirmó el presidente en Nueva York. Ante su aparente fracaso -el president catalán no ha cambiado su postura al respecto-, Rajoy se ha comprometido a «hablar» más con él.