El Gobierno marroquí apeló a «las especificidades» del país a la hora de expresar «su rechazo parcial o completo» a las 44 recomendaciones de un total de 244 en materia de derechos humanos con motivo del tercer Examen Periódico Universal de la ONU.
Las respuestas de Marruecos serán presentadas de forma oficial mañana en Ginebra por una delegación presidida por el ministro de Estado encargado de Derechos Humanos, Mustafa Ramid.
En una declaración al diario local «Ajbar al Yaum», el ministro marroquí insistió en el carácter «limitado» de las reservas manifestadas por su Gobierno y relacionadas concretamente con las libertades individuales y las relaciones sexuales.
Ramid consideró que las reservas son una práctica «reconocida por el derecho internacional y el Acuerdo de Viena de 1969 y los países la ejercen cuando así lo requieren sus especificidades y sus intereses supremos».
El ministro marroquí añadió que sus rechazos se deben a que esas recomendaciones son «no conformes con los dispositivos de la Constitución» y además «atentan contra la unidad territorial del reino».
Concretamente, Marruecos rechazó las recomendaciones relacionadas con la abolición inmediata de la pena de muerte, la revisión del sistema de herencia (favorable al varón en detrimento de la mujer), y la no persecución de los periodistas por el Código Penal.
Las reservas incluyen también el rechazo a las relaciones extramaritales, a la legalización del matrimonio de homosexuales o al reconocimiento de la libertad religiosa para los marroquíes que se confiesan cristianos o chiíes.
Marruecos presentó su informe nacional ante el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra el pasado 2 de mayo en una sesión en la que escuchó las recomendaciones de 108 países y que sumaron 244 sobre diferentes áreas de derechos civiles, políticas, sociales, económicas, medioambientales y culturales.