El pasado día 6 el diario El País nos daba cuenta de que la Generalitat Valenciana ha decidido suspender los cursos de educación sexual en los colegios y las consejerías de Sanidad y Educación han confirmado que se están “rediseñando los contenidos”. Desde la Generalitat se dice que la suspensión es temporal. Estos cursos de educación sexual son impartidos por técnicos de sanidad en los colegios desde hace más de quince años. En el pasado mes de julio la Consejería de Sanidad envió una circular a los centros de salud sexual y reproductiva en la que se notifica la “suspensión temporal de la planificación de las intervenciones de los Programas de Intervención en Educación Sexual (PIES), que se ofrecen a los alumnos de tercero de ESO. Los profesores y psicólogos consultados defienden “este modelo de intervención” cuya restricción afecta a los 40.000 alumnos que este año cursan 3º de ESO. En un comunicado conjunto Sanidad y Educación niegan la paralización definitiva de los cursos, pero admiten que se están “rediseñando los contenidos”.
Si tenemos en cuenta que en el pasado mes de julio el Arzobispado de Valencia mostró su malestar por las clases de sexualidad que imparte la Generalitat en los institutos al ofrecer “una visión muy reduccionista del ser humano”. Por este motivo encargó la elaboración de un material alternativo al Instituto Valenciano de Sexualidad y Relaciones Familiares (IVAF) que preside Concepción Madialdea, del Opus Dei. Inmediatamente, en el mismo mes de julio, la Consejería de Sanidad emite una circular en la que “informa la suspensión temporal del PIES y anuncia el “rediseño del programa”. Esta es, a grandes, rasgos la información que daba El País y cuyo contenido nos demuestra de forma muy fehaciente que quien sigue mandado, que paradoja, en un Estado aconfesional es la Iglesia Católica. Estas cosas solamente pasan en este país.
En cualquier caso, y si el Arzobispado de Valencia y gente del Opus Dei, andan cogidos de la mano, se puede decir que en lo concerniente a la educación social vamos a volver a los tiempos en los que se decía a los niños que los bebés venían de Paris y a los no tan niños que masturbarse produce ceguera. En eso puede que vaya a consistir una buena parte de ese “rediseño”. Que le vamos a hacer, quien manda, manda, en este caso los obispos y más si como en el caso de la Comunidad Valenciana hay un Gobierno de derechas.