Fueron 7.637 personas las que contestaron en un periodo de un año la Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia y Tecnología realizada por Conicyt. Los encuestados tenían más de 15 años y pertenecían a zonas rurales y urbanas.
Como resultado, las cifras arrojaron que un 65.2% cree que los milagros existen;50.5% cree en la existencia de los espíritus; 38.6% cree que las personas usan psíquicos o un sexto sentido para comunicarse; 60.8% no cree que el tarot, el horóscopo y las cartas predicen el futuro. Finalmente, un 35% cree que existen naves espaciales que vienen de otros planetas.
«La gente da a entender que la ciencia es súper importante y tienen claro que los científicos y las investigaciones pueden mejorar la vida de la gente, pero en las preguntas sobre los ovnis y los espíritus las respuestas muestran claramente que no saben de cienca y tecnología», señaló Gabriel León, bioquímico de la Universidad Católica y director del Centro para la Comunicacion de la Ciencias de la Universidad Andrés Bello.
Como consignó Lun, la encuesta de Conicyt reconoce que la ciencia otorgará beneficios al mundo en los próximos 20 años, pero admite que no se sabe mucho del tema. Por otro lado, 51.3% de los encuestados asegura que el nivel de la educación científica y técnica ha sido menor o bajo.
León dice que las respuestas de la gente no son para reírese, sino que son objeto de preocupación porque la gente cree en cosas, para las que no existe ningún tipo de evidencia. Por ejemplo, como lo que ocurre con los milagros, una percepción que el profesional considera preocupante: «Una cosa es que ocurran fenómenos cuya explicación no conocemos y eso puede quedar catalogado como milagro, pero el hecho de que no sepamos porque pasa algo, no quiere decir que podamos asignarlo a esa categoría».
Asimismo, Natalia Mackenzie, directora del Programa Explora Conicyt dice que en el imaginario de la gente, la ciencia y milagro pueden convivir. «Algunas respuestas reflejan que vivimos en una sociedad religiosa, pero eso no quiere decir que la gente no crea en conocer la verdad, en desarrollar la ciencia para entender mejor el mundo».
