El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, viajará este jueves a Roma y al Vaticano y volverá a Moscú hacia la medianoche con una agenda repleta de encuentros. Uno de los más esperados es el que mantendrá con el papa Francisco –el tercero desde que Jorge Bergoglio fuera elegido—por las numerosas cuestiones que están sobre el tapete como el papel que está jugando el Vaticano en Ucrania y con la iglesia ortodoxa local, fiel a Roma y contraria a la invasión rusa de Crimea y su influencia en una parte de Ucrania.
Todas las iglesias ortodoxas son autónomas desde el año 1000 , porque no reconocen al Papa como única autoridad y cada una se gobierna por su cuenta. Excepto los ortodoxos que permanecieron fieles a Roma, que son autónomos pero dependientes del Papa. En Ucrania existen ambas iglesias que, de unirse en un único patriarcado, asestarían un golpe político importante a la influencia rusa en la zona.
Viaje a Rusia
Otra cuestión que estará sobre la mesa es el viaje de un Papa a Rusia, algo que nunca ha sucedido. Mientras gobernó Juan Pablo II, polaco y por lo tanto adversario natural de Rusia, la iglesia ortodoxa rusa se opuso totalmente a la realización de un viaje papal. Además se puso a la defensvia porque Juan Pablo II envió a curas católicos a la entonces URSS y organizó diócesis católicas donde ya existían los ortodoxos. “Nos trata como si fuéramos tierra de misión”, es decir, de conquista, replicaban desde el Patriarcado moscovita.
Paolo Pezzi, arzobispo católico de Moscú y presidente de la conferencia episcopal de la Federación, echó agua al fuego sobre la histórica visita. “Personalmente pienso que el viaje sería deseable, pero no creo que esté en las intenciones de Putin”, dijo esta semana.
La guerra de Siria
Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, enumeró esta semana los temas del encuentro entre Putin y el Papa y no habló del viaje. Parolin subrayó que “la reunión será una oportunidad para abordar cuestiones que preocupan a la Santa Sede, como la situación en Siria y el conflicto en la región oriental de Ucrania”. Según el embajador ruso ante la Santa Sede, Aleksandr Aveev, los dos mandatarios también tratarán sobre “el futuro de Siria, del desarme y de la crisis iraní”, a pesar de que poco antes dijera que las conversaciones entre el Papa y Putin suelen ser “un intercambio de opiniones filosóficas y políticas sobre el mundo”.
“Si quiere, Rusia puede poner fin a los ataques contra civiles, centros médicos y paramédicos”, afirma una carta enviada esta semana al Papa por el escritor sirio Roger Asfar, señalando que “Rusia tiene un papel importante en el conflicto actual, tanto desde el punto de vista miliar como político, tal vez el papel más importante en la región.