Legisladores del estado de Dakota del Norte (Estados Unidos) presentaron esta semana un proyecto de ley que obligaría a sacerdotes católicos a violar el secreto de confesión en casos de abuso infantil confirmado o bajo sospecha, con penas que van desde fuertes multas hasta prisión.
El proyecto de ley fue presentado el 12 de enero por los senadores estatales Judy Lee, Kathy Hogan y Curt Kreun, y los representantes estatales Mike Brandenburg y Mary Schneider.
La ley actual de denuncia obligatoria en Dakota del Norte establece que el clero se considera informador obligatorio de abuso infantil conocido o bajo sospecha, excepto en los casos en que “el conocimiento o la sospecha se derive de información recibida en calidad de consejero espiritual”, como en el confesionario.
El proyecto de ley SB 2180 enmendaría esa ley para abolir esta excepción. Si se aprueba, los sacerdotes que no denuncien el abuso infantil conocido o sospechado, incluso si se revela en el confesionario, serían considerados culpables de un delito menor de Clase B y enfrentarían 30 días en la cárcel o multas de hasta 1.500 dólares o ambos.
Los sacerdotes están obligados por el derecho canónico, derivado de la ley divina, a mantener la confidencialidad del contenido de una confesión, y ni siquiera se les permite revelar si tuvo lugar o no una confesión. El Código de Derecho Canónico establece que “el sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo”.
Los sacerdotes no pueden violar el sigilo ni siquiera bajo la amenaza de encarcelamiento o pena civil, y pueden incurrir en una excomunión latae sententiae si lo hacen. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), numeral 1467, explica la enseñanza de la Iglesia sobre el secreto de confesión.
“Dada la delicadeza y la grandeza de este ministerio y el respeto debido a las personas, la Iglesia declara que todo sacerdote que oye confesiones está obligado a guardar un secreto absoluto sobre los pecados que sus penitentes le han confesado, bajo penas muy severas. Tampoco puede hacer uso de los conocimientos que la confesión le da sobre la vida de los penitentes”, precisa el CIC.
Christopher Dodson, director ejecutivo y consejero general de la Conferencia Católica de Dakota del Norte, le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que estaba “sorprendido y muy preocupado por el proyecto de ley, porque infringiría la privacidad y el asesoramiento y la confesión religiosa de una persona, no solo para los católicos, para todo el mundo”.
“En los Estados Unidos esperamos ejercer nuestra religión, incluso confesarnos y recibir asesoramiento espiritual, sin que el gobierno invada nuestra privacidad”, agregó.
Dodson cree que el proyecto de ley fue una sorpresa, ya que se presentó una semana después de la conclusión de una investigación de 18 meses por parte del estado sobre el abuso sexual infantil del clero en las dos diócesis de Dakota del Norte, que encontró que todas, menos una acusación de abuso por parte de sacerdotes en la diócesis, ya había sido informada. El estado identificó el caso de un sacerdote adicional que había sido acusado de abuso en la década de 1970 y no estaba en la lista inicial porque no era un sacerdote diocesano.
“La Iglesia Católica, incluidas las diócesis de Fargo y Bismarck aquí en Dakota del Norte, han hecho grandes avances para crear entornos seguros (para los niños)”, dijo.
También dijo que “el fiscal general de Dakota del Norte acaba de concluir una investigación de 18 meses de todos los archivos diocesanos y no encontró nada de preocupación ni nada que no hubiera sido informado por las dos diócesis. Y la mayoría de esos casos de sacerdotes con suficientes acusaciones en su contra sucedieron hace mucho tiempo. Por eso decimos que este proyecto de ley es una sorpresa”.
Dodson agregó que “no hay evidencia” de que la ley propuesta prevenga “un solo caso” de abuso infantil y, en cambio, probablemente disuadiría a algunos católicos de ejercer sus libertades religiosas, que deberían incluir confesarse y mantener esa confesión confidencial.
La senadora Lee se negó a comentar con CNA sobre el proyecto de ley, mientras que los senadores Hogan y Kreun no pudieron ser contactados al cierre de esta edición.
El tema del sello sacramental en casos de maltrato infantil es uno que ha surgido varias veces en los últimos años. Un proyecto de ley similar que habría obligado a los sacerdotes a violar el sigilo se introdujo en California y luego se abandonó en 2019, debido a preocupaciones por la libertad religiosa y problemas de cumplimiento. En 2016, una corte de apelaciones del estado de Louisiana confirmó el derecho de un sacerdote a mantener el sello sacramental de confesión en una demanda por abuso.
Varios estados australianos, incluidos Victoria, Tasmania, Australia Meridional y el Territorio de la Capital Australiana, ya han adoptado leyes que obligan a los sacerdotes a violar el secreto confesional, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Real sobre el abuso sexual por parte del clero. Sin embargo, obispos y sacerdotes en esos estados han dicho que planean desafiar la ley y mantener el sigilo independientemente.