Alegan que se está vulnerando el Estado laico al destinar recursos económicos y humanos a la visita del Sumo Pontífice.
Cerca de unas 150 personas se concentraron este en la capital mexicana para protestar por la visita del Papa Benedicto XVI, que se produce sólo unos días antes del inicio de la campaña proselitista de cara a los comicios del primero de julio próximo.
Ricardo Baruch, de la coalición de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, consideró que se está vulnerando el Estado laico porque las autoridades están destinando recursos económicos y humanos a la visita de un jefe de Estado religioso.
"Queremos que (en México) se respete la separación Iglesia-Estado, pues la jerarquía católica interfiere en asuntos que debieran ser de salud pública y derechos humanos, como el aborto o los derechos sexuales", precisó.
Congregados alrededor del emblemático Ángel de la Independencia, en el centro de la ciudad, los asistentes portaron pancartas con mensajes como "Con mis impuestos no", "Saquen sus rosarios de nuestros ovarios" o "Ratzinger non grato por proteger pederastas".
Durante el acto se leyó un comunicado, en el que se recalcó que no se pretendía "ofender a la religión o a las personas católicas, sino pronunciarse contra la figura del Papa y la iglesia que dirige".
Acusaron al Sumo Pontífice de representar a una institución "sexista y patriarcal" que niega el derecho al aborto libre y gratuito, criticaron el uso de recursos públicos y juzgaron que la visita "no es casual", pues coincide con un escenario electoral.
Una de las asistentes a la protesta, Atziri Carranza, se preguntó si la proximidad entre la visita y las elecciones no encierra una negociación del presidente Felipe Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y el Papa de "votos por devotos". Los mexicanos acudirán el próximo primero de julio para elegir al sucesor de Calderón y más de 2.000 cargos, entre ellos los senadores y diputados.
Los manifestantes, muchos de ellos con consignas pintadas en su cuerpo, se dirigieron hacia la Catedral de México, ubicada en el Zócalo capitalino (plaza central), para concluir allí la protesta.
Las protestas contrastan con un grupo de mariachis y otro de danzas folclóricos que le dieron la bienvenida al Papa Benedicto XVI a su llegada a México. "Esta es la juventud del Papa", y "Benedicto, hermano ya eres mexicano" coreaba constantemente la multitud, compuesta mayormente por grupos de jóvenes estudiantes apostados en el aeropuerto, durante la ceremonia de este viernes en la que el presidente Felipe Calderón recibió a Benedicto XVI, en su primera visita a México.
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