Hoy finalizó la audiencia que comenzó el pasado miércoles, para determinar la situación procesal de los curas y empleados acusados de abusar de menores hipoacúsicos en Mendoza.
Finalmente, la jueza de Garantías Alejandra Alonso, resolvió que los cinco detenidos del Instituto Provolo deben continuar con prisión preventiva y estableció 6 meses de tiempo para que el fiscal culmine la instrucción del caso.
El cura Nicola Corradi seguirá con prisión domiciliaria, ya que la magistrada no hizo lugar al pedido de la querella para que el sacerdote deje de contar con este beneficio y vuelva al penal de Boulogne Sur Mer, junto al resto de los imputados.
Las pruebas reunidas, la posibilidad de fuga y el peligro de que puedan dificultar el normal desarrollo de la causa, estuvieron entre los principales argumentos que los abogados de las víctimas plantearon para explicar porqué los acusados deben continuar detenidos, mientras sigue el proceso que llevará al juicio.
Los curas Nicola Corradi, de 82 años y Horacio Corbacho, de 55 años, y los empleados José Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez, están imputados por “abuso sexual agravado por la convivencia preexistente” y “corrupción de menores”, acusados de abusar sexualmente de, al menos, 25 niños y jóvenes sordomudos en el Instituto Provolo de Lujan de Cuyo.