Homenaje al 20 de Setiembre, Día Internacional del Libre Pensamiento.
El libre pensamiento no es una doctrina, sino un método, es decir una manera de conducir el pensamiento – y a partir de ahí las acciones -en todos los sectores de la vida individual y social.
No se caracteriza este método por la afirmación de ciertas verdades particulares sino por un compromiso general de buscar la verdad de cualquier manera que sea y únicamente con los recursos naturales del espíritu humano y con las únicas luces de la razón y de la experiencia.
El Libre Pensamiento puede enfocarse desde el punto teórico en lo intelectual o práctico en lo social.
No pudiendo el Libre Pensamiento satisfacerse de opiniones solamente especulativas que interesarían únicamente al pensamiento individual, se fija también como objetivo facilitar una regla de vida tanto a los individuos como a las sociedades.
Respecto de las sociedades es el método que consiste en querer resolver la organización de la sociedad a través de las leyes de la razón.
El primer deber de una sociedad que se inspira de este método, es retirar de todos los servicios públicos (administración, justicia, enseñanza, asistencia social,… ) todo aspecto confesional, lo que significa no solamente que tienen que ser neutros en cuanto a las diversas confesiones religiosas sino también ajenos rechazando toda influencia religiosa y tienen que excluir rigurosamente todo dogmatismo implícito u explícito.
El Laicismo integral del Estado es la pura y mera aplicación del Libre Pensamiento a la vida colectiva de la Sociedad. Exige la separación de las iglesias y del Estado no bajo la forma de un reparto de poderes entre dos potencias de igual a igual sino garantizando a las opiniones religiosas la misma libertad que a todas las opiniones y negándoles todo derecho de intervención en los asuntos públicos.
El Libre Pensamiento no puede cumplir su meta si no se propone realizar socialmente el ideal humano. Tiene que encaminarse hacia la institución de un régimen político en el cual ningún ser humano podrá ser sacrificado o desatendido por la sociedad. En consecuencia nadie será puesto o dejado, directamente o indirectamente, en la imposibilidad práctica de ejercer todos sus derechos de ser humano y de cumplir todos sus deberes de ser humano.
Entonces lógicamente el Libre Pensamiento genera una ciencia social, una moral social, una estética social que, perfeccionándose por el mismo progreso de la consciencia pública constituirá un régimen de justicia: la justicia social es la Razón dedicada por la Humanidad a su propio gobierno.
En otros términos, el Libre Pensamiento es laico, democrático y social; es decir que, en nombre de la dignidad de la persona humana, rechaza el triple yugo: el poder abusivo de la autoridad en materia religiosa, el privilegio en materia política y la explotación en materia económica.
Cada uno tiene el deber de rechazar a toda autoridad que pretenda imponer sus creencias, sea que esta autoridad se base sobre una revelación, en los milagros, en las tradiciones, o en la infalibilidad de un hombre o de un libro, o que intente someter a dogmas o verdades a priori de una religión o de una filosofía o de decisiones de poderes públicos fuera del derecho.
No pudiendo limitarse a una manifestación negativa respecto a los dogmas y a los credos el Libre Pensamiento pide a los hombres y mujeres un esfuerzo valioso para hacer efectivo el ideal humano a través de medios humanos.
Se rehúsa a dar a su propia concepción del ideal un carácter absoluto e inmutable, de la misma forma que lo hacen abusivamente las religiones. Cree en la ciencia y la conciencia humana que le obligan a moverse en lo relativo y a someterse a la ley del progreso.
Lejos de caer en la tentación de construir prematuramente un sistema definitivo, el Libre Pensamiento propone a la Humanidad, como lo quiere la naturaleza de las cosas, buscar sin cesar la verdad en la ciencia, el bien a través de la moral, y lo hermoso a través del arte.
Y si, en cada momento de su desarrollo está lista para dar cuenta del resultado actual de sus investigaciones, está también siempre lista a complementarlas y corregirlas, añadiendo a los descubrimientos de ayer, los descubrimientos de mañana.