Un joven de 20 años ha sido acusado de este presunto delito en el país africano, donde se aprobó en mayo una de las leyes homófobas más duras del mundo, condenada por activistas y organizaciones de derechos humanos
El pasado 15 de agosto por la tarde, un vehículo policial cubierto de polvo se detuvo ante Michael Opolot. El joven, de 20 años, se encontraba entre la multitud enfervorizada que había acudido a presenciar la visita del hijo del presidente de Uganda, el general Muhoozi Kainerugaba —que también es asesor presidencial en operaciones especiales— a la ciudad de Soroti, en el este del país. Los policías detuvieron y metieron a Opolot en el vehículo sin dar explicaciones y se marcharon, explicaron testigos a este diario.