El Ayuntamiento de Monzón sale al paso de un escrito remitido por un colectivo de vecinos en relación a la ubicación de una mezquita en el barrio de la Estación y que considera que está lleno de errores y que pedía fueran rectificados.
El escrito hace referencia a un centro cultural islámico mientras que el proyecto presentado por los solicitantes de la licencia es de un centro religioso cultural, por lo que está amparado por el derecho fundamental de libertad de culto, lo que determina la aplicación de las normas para su autorización.
Respecto a la resolución de “El Justicia de Aragón”, el Ayuntamiento explica que dicha entidad solicitó información sobre este proyecto en el año 2018 y los técnicos municipales le facilitaron los pertinentes informes técnicos y jurídicos. Tras esa solicitud de información, el lugarteniente del Justicia de Aragón mantuvo una reunión con responsables municipales en la que no transmitió ninguna objeción al expediente tramitado por el Ayuntamiento.
La resolución de “El Justicia de Aragón” del 22 de marzo, al contrario de lo manifestado en el escrito, no da la razón a los vecinos si no que insta al Ayuntamiento a estudiar la aplicación de las normas del Código Técnico de Edificación y a valorar la pertinencia de incorporar una regulación específica en las normas de planeamiento urbanístico en relación con los edificios destinados al culto. A este respecto, los servicios técnicos y jurídicos municipales concluyen que el proyecto presentado ya ha tenido en cuenta el Código Técnico de Edificación. Tras haber recibido su sugerencia hace diez días, los servicios jurídicos procederán a responder al Justicia de Aragón. Además, el Ayuntamiento pone a disposición de los interesados la consulta del expediente.
El Ayuntamiento de Monzón otorgó la licencia de obra en septiembre de 2018, sin embargo, los trabajos no comenzaron en ese momento debido a la intención de los solicitantes de la licencia de llegar a un acuerdo con los vecinos de la zona. El Ayuntamiento ejerció de intermediario en dichas negociaciones en las que se planteó la compra, por parte de los vecinos, del local en el que se instalaría el centro de culto. Al no poder éstos conseguir la cantidad acordada, esa idea fue desestimada. Por tanto, al margen de las sugerencias de “El Justicia de Aragón”, el Ayuntamiento no puede paralizar una obra que cuenta con licencia desde hace medio año y que cumple con la normativa en vigor. Así mismo, la negación de una licencia de forma arbitraria es un acto ilegal.
En relación a la falta de respuesta por parte del Ayuntamiento a la recogida de firmas presentada por dicho colectivo, el alcalde explica que ha mantenido un contacto permanente con los vecinos como demuestra el hecho de que, entre el 24 de septiembre de 2017 y el 4 de junio de 2018, mantuvo dos encuentros con representantes de los vecinos, atendió otras tantas llamadas telefónicas y se intercambió 35 mensajes de móvil y dos correos electrónicos abordando este asunto. Además, el Ayuntamiento notificó la resolución que autorizaba las obras del centro de culto al colectivo que había presentado la recogida de firmas, por lo que desde septiembre de 2018 eran conocedores de que los promotores contaban con las pertinentes licencias.
El colectivo de vecinos del barrio de la Estación firma un escrito en el que muestran su rechazo a la ubicación de un Centro Cultural Islámico(mezquita) en local comercial de la zona. En la nota recuerdan que en 2017 presentaron alegaciones al proyecto avaladas por más de 450 firmas y afirman que no ha habido respuesta a sus peticiones.
Además, hace unos días presentaban una queja en El Justicia de Aragón planteando esta problemática, mientras se concedía la licencia de obras, según explican.
El Justicia de Aragón sugiere, en respuesta, al Ayuntamiento de Monzón que estudie la posible aplicación de las normas de aforo del Código Técnico de Edificación y adopte, en su caso, las medidas pertinentes en relación con el centro de culto.
Además, le sugiere al Ayuntamiento que valore la pertinencia de incorporar una regulación específica en las normas de planeamiento urbanísticos con los edificios destinados al culto, que, con participación de las confesiones religiosas, se acomode a los principios constitucionales de liberta religiosa y evite, en la medida de lo posible, el fenómeno de la segregación urbana.
Los vecinos concluyen que hay falta de voluntad municipal para solucionar un problema que si desde el verano de 2017 se hubiese trabajado bien, no hubieran tenido que dar a conocer el mismo.