Son muchas las voces que califican la decisión de discriminatoria, además de que estigmatiza a los niños musulmanes enviándoles el mensaje de que son diferentes.
El inicio del Ramadán, período de ayuno en el que los musulmanes adultos se abstienen de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta de sol, ha empezado con polémica en un colegio de Milán. El director del centro educativo, después de recibir varias solicitudes para que algunos niños pudiesen participar en el mes sagrado de los musulmanes, ha enviado una circular a padres, profesores y colaboradores de la escuela para informarles sobre la decisión que ha tomado al respecto.
Los niños de las familias musulmanas que decidan participar en el Ramadán y quieran cumplir con el ayuno, estarán obligados a coger la comida que les sirvan ese día aunque no se la coman y a quedarse sentados en el comedor el colegio mientras ven al resto de sus compañeros comer. El director, según la circular que recoge el portal italiano Il Fatto Quotidiano, justifica la decisión porque, legalmente, «la escuela no puede dejarlos sin comer y la falta de personal hace imposible vigilarlos en otras dependencias», explica.
En el mismo escrito, el director del colegio de Milán le ofrece a los padres la oportunidad de recoger a sus hijos en el centro y llevárselos el tiempo que dura la hora de la comida: desde las 12:30 horas de la mañana hasta las 14:30 horas de la tarde.
Las críticas a la solución del director del colegio de Milán a los niños que participan el Ramadán se suceden día tras días desde que trascendiese la circular enviada a profesores y padres. Son muchas las voces que censuran una medida que tildan de discriminatoria, además de que estigmatiza a los niños musulmanes, enviándoles el mensaje de que son diferentes respecto al resto de sus compañeros.
Tal y como señala el citado medio, las personas enfermas, las mujeres embarazadas o, como ocurre en este caso, los menores musulmanes que no han llegado a la pubertad -al colegio de Milán asisten niños de seis a trece años- no están obligados a ayunar. Sin embargo, son muchos los pequeños que quieren imitar a sus familiares cercanos.