La presencia de un número creciente de musulmanes en el país es un foco frecuente de tensiones
Un vídeo que muestra claramente a un imán recitando la llamada a la oración desde la tribuna del Parlamento de la región de Bruselas, difundido en las redes sociales este viernes, ha provocado un terremoto en las redes sociales. Para un país con tantos puntos sensibles en torno a la religión y a la convivencia con la inmigración musulmana, el asunto se convirtió en cuestión de horas en un fenómeno social, con todo tipo de invocaciones políticas, salvo que finalmente todo resultó ser una filmación grabada durante la visita al hemiciclo de un grupo de turistas y no en una sesión oficial.
Bélgica existe como país independiente esencialmente a causa de sus raíces religiosas. De no haberse declarado fervientes católicos, los belgas probablemente habrían seguido el mismo camino que sus vecinos protestantes holandeses y se habrían separado también de España en el siglo XVI. Y sin embargo, en la última ceremonia de coronación, la del actual Rey Felipe, la clase política en general celebró que el Papa no hubiera nombrado a ningún cardenal belga, para no tener que darle el papel protocolario que le correspondería legalmente en la ceremonia civil, en nombre de la neutralidad religiosa del Estado. En este ambiente, la visión de un predicador musulmán con todos sus atributos vestimentarios rezando en árabe desde la tribuna de oradores con toda normalidad, provocó una avalancha de comentarios en las redes sociales por parte de miles de bruselenses que creyeron que se trataba de una sesión ordinaria.
La presencia de un número creciente de musulmanes en el país, especialmente en determinados barrios de Bruselas, es un foco frecuente de tensiones que van desde los atentados de 2014 en el metro y el aeropuerto al conflicto permanente del velo religioso de las mujeres o los sacrificios rituales en las festividades islámicas en lo que ha tenido que intervenir el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo a petición de organizaciones musulmanas.
No ha servido para arreglar las cosas saber que el grupo de visitantes en el que figuraba este imán turco que efectivamente aprovechó para entonar los primeros versículos del rezo musulmán desde la tribuna del parlamento, había sido invitado por un diputado socialista, partido al que se acusa de favorecer sistemáticamente la llegada de inmigrantes de países como Marruecos o Turquía, a los que ha convertido en una de sus principales fuente de apoyos electorales. Y, de hecho, el grupo de visitantes había sido introducido en la sede parlamentaria por el diputado socialista de origen turco Hasan Koyuncu, que también forma parte de la administración del barrio de Schaerbeek, conocido junto al de Molembeek por albergar a una muy numerosa comunidad de población musulmana.
También el presidente del Parlamento de Bruselas, Rachid Madrane, es socialista y de origen musulmán, lo que en su caso no le ha impedido reivindicar en este caso la neutralidad de las instituciones públicas. «El Parlamento no es el templo de otra cosa que la democracia», declaró a través de la agencia oficial Belga, para aclarar que el vídeo en cuestión fue filmado el 13 de enero durante la visita informal de un grupo invitado por la asociación «Amigos de Bruselas». De hecho, cada año la asamblea de Bruselas puede recibir hasta 10.000 visitantes y por ello «el Parlamento debe permanecer absolutamente neutral». El presidente ha anunciado también que en la próxima reunión de la mesa propondrá regular «como imperativo categórico» el respeto a la neutralidad religiosa en el edificio, lo que ahora también incluirá a otras religiones, la confesión católica incluida. Y, por si acaso, alegando la proximidad de las elecciones de este año, ya no se organizarán más visitas.
