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Polémica en Bélgica por ceremonia católica oficiada para una pareja gay

La Iglesia lamenta el hecho y lo califica de “escándalo” por alimentar la confusión Un cura bendijo las alianzas y rezó el padrenuestro en un templo

Una ceremonia religiosa celebrada en la parroquia más antigua de Lieja (noreste de Bélgica) para una pareja de homosexuales de confesión católica ha suscitado una polémica de la que se hacen eco hoy los medios belgas.

El capuchino Germain Dufour, un cura obrero y ex senador ecologista, celebró el pasado 13 de febrero, víspera de San Valentín, una ceremonia en la iglesia de Saint-Servais para bendecir la unión de dos católicos.

Michel y Christian, de 45 y 43 años, habían acudido previamente, al ayuntamiento a bordo de una limusina blanca para formalizar su unión civil.

Según recoge el diario La Dernière Heure, la pareja se trasladó después a la parroquia para la ceremonia religiosa, en la que el cura bendijo las alianzas, pero no repartió la comunión, por lo que no puede considerarse un sacramento válido.

Michel y Christian se conocieron por internet hace un año y medio y se defienden de los críticos afirmando: "somos católicos, y los dos queríamos casarnos por la Iglesia".

"Un amigo cura debía oficiar la ceremonia, pero como no estaba libre, nos dirigimos a otro padre", y fue Dufour, un cura obrero y ex senador ecologista, quien pidió a la parroquia de Saint-Martin permiso para oficiar un matrimonio en la iglesia de Saint-Servais, según han afirmado los esposos a la publicación.

Aunque han explicado que cuando el sacerdote pidió permiso para oficiar la ceremonia no dijo que ésta tenía algo "particular", finalmente el acto se desarrolló con normalidad, ya que fueron bendecidas las alianzas y se rezó un Padre Nuestro.

Por su parte, el portavoz de los obispos en Bélgica, Eric De Beukelaere, ha criticado el hecho y no lo califica como matrimonio religioso.

"Una ceremonia que conlleva confusión, haciendo pensar que tenía una forma de matrimonio religioso, cuando no lo es, se debe evitar", ha dicho.

Asimismo ha recordado que las personas homosexuales son "bienvenidas en nuestras iglesias", pero ha insistido en que el sacramento del matrimonio es "una formula reservada para una pareja formada por un hombre y una mujer deseosos de unirse para siempre.

La ceremonia oficiada en Lieja, tal y como recoge en su página web la radio belga RLT, es considerada como un "escándalo" por la Iglesia que "lamenta" el hecho.

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